
miércoles, 15 de octubre de 2008
viernes, 10 de octubre de 2008
kusanagi

Kusanagi-no-tsurugi es una espada legendaria japonesa tan importante para la Historia de Japón como Excalibur para la Historia de Gran Bretaña. Su nombre real es Ame no Murakumo no Tsurugi , «Espada del cielo de las nubes en racimo») pero es más conocida como Kusanagi («cortadora de hierba», o más probablemente «espada de (la) serpiente»). También se puede llamar Tsumugari no Tachi . La Kusanagi real seguramente se trate de una espada del estilo de la edad de bronce: corta, derecha y de doble filo; muy diferente de la más reciente katana, con un solo filo con forma curva. Puede ser empuñada con una o ambas manos.
La historia de Kusanagi se extiende hasta la leyenda. De acuerdo con el libro Kojiki, el dios japonés Susanoo se encontró con una familia afligida dirigida por Ashi na Zuchi de camino a la provincia de Izumo. Cuando Susanoo le preguntó a Ashi na Zuchi, le dijo que su familia estaba siendo devastada por la terrible serpiente de ocho cabezas de la provincia de Koshi, que consumió siete de las ocho hijas de la familia y que la criatura estaba yendo detrás de la octava, Kushinada. Susanoo se dispuso a investigar al monstruo, y tras un encuentro abortado, volvió con un plan para derrotarlo. A cambio, pidió la mano de Kushinada para casarse, lo cual se le concedió. La transformó temporalmente en un peine para tener su compañía en la batalla y detalló su plan.
Supervisó la preparación de ocho tinajas de sake que se deberían poner en plataformas individuales posicionadas detrás de una cerca con ocho puertas. La criatura mordió el anzuelo y pasó cada una de sus cabezas a través de las diferentes puertas. Aprovechando la distracción, Susanoo atacó y mató a la bestia. Decapitó cada cabeza y después continuó por las colas. En la cuarta cola, descubrió una espada grande dentró del cuerpo, a la que llamó Murakumo-no-Tsurugi y que presentó a la diosa Amaterasu para zanjar una vieja deuda.
Generaciones más tarde, bajo el reinado del XII emperador, Keikō, la espada fue dada al gran guerrero Yamato Takeru como parte de un par de regalos dados por su tía Yamato Hime, la doncella del santuario Ise, para proteger a su sobrino en tiempos de peligro.
Esos regalos vinieron bien cuando Yamato Takeru fue engañado para acudir a un campo abierto durante una expedición de caza de un señor de la guerra traidor. El susodicho tenía flechas ardientes para prender la hierba y atrapar a Yamato Takeru en el campo y que así se quemase hasta la muerte. También mató al caballo del guerrero para impedirle escapar. Desesperado, Yamato Takeru usó a Murakakumo no Tsurugui para cortar la hierba y apartar el combustible del fuego, pero al hacerlo, descubrió que la espada le permitía controlar el viento y moverlo en la dirección de su oscilación. Empleando la ventaja de esta magia, Yamato Takeru usó su otro regalo —los arpones de fuego— para hacer crecer al fuego en la dirección del tirano y sus hombres, y así controlar los vientos con la espada para dirigir las llamaradas hacia ellos. Al triunfar, Yamato Takeru renombró la espada como Kusanagi (cortadora de hierba) para conmemorar su trabajada victoria. Con el paso del tiempo, Yamato Takeru se casó y murió en una batalla contra un monstruo, después de ignorar el consejo de sus esposa de llevar a Kusanagi con él.
Aunque esta es la teoría más popular de cómo Kusanagi tomó su nombre, los investigadores están de acuerdo de que es seguramente falsa. En japonés antiguo, kusa significa espada y nagi significa serpiente. Así, una teoría alternativa es que Kusanagi significa "espada de la serpiente".
En tiempos históricos, el Emperador tenía una espada real con el nombre de Kusanagi. Sin embargo, en 688, fue llevada al santuario Atsuta desde el palacio, después de que la espada fuera culpada de ser la causante de la enfermedad del Emperador Tenmu. Junto con la joya Magatama y el espejo, es uno de los Tesoros Imperiales de Japón, la espada representando la virtud del valor.
A día de hoy, Kusanagi aún permanece en el santuario Atsuta, aunque no está expuesta al público. Existen diversas teorías sobre su estado actual:
Teoría Atsuta
Esta teoría sugiere que, de acuerdo con varios expedientes, nunca ha sido movida del santuario Atsuta y que continúa guardada en un lugar secreto. Se tiene constancia que durante el período Edo, un sacerdote de Shinto afirmó haber visto la espada. Según él mismo, la espada era de unos 84 centímetros de largo, con forma de cálamo aromático, en color blanco metálico, y en buen estado. Otro texto dice que dicho sacerdote murió de la maldición y el poder de la espada, pero ésta es seguramente una historia que fue extendida para enfatizar el poder y el carácter mítico de Kusanagi.
En tiempos recientes, la cadena de televisión japonesa NHK fue al santuario Atsuta para grabar imágenes de la espada. De cualquier manera, aunque no aceptaron enseñarla, no negaron que estuviera allí. Esta teoría afirma que la espada ha ido estropeándose con el tiempo y que está en mal estado.
Teoría de la réplica
Esta teoría sugiere que la actual Kusanagi es realmente una réplica de la original. Hay diferentes razones para afirmar esto.
Una de ellas es que en la batalla de Dan-no-ura, una batalla naval que culminó con la derrota de las fuerzas del clan Heike y del joven Emperador Antoku a manos de Minamoto no Yoshitsune, la espada se perdió en el mar. Al enterarse de la derrota de la Armada, la abuela del Emperador lo condujo junto a su séquito al suicidio, ahogándose en las aguas del estrecho junto a las insignias imperiales: la espada, la joya y el espejo. Y aunque las tropas de Minamoto consiguieron parar a un puñado de ellos y recuperar dos de los tres tesoros sagrados, se dijo que Kusanagi había sido perdida para siempre. De acuerdo con varios registros históricos, el X Emperador, Sujin, había ordenado la creación de una réplica de Kusanagi. Sin embargo, esta información sólo fue hecha pública después de que se supiera que la espada había sido robada. La casa imperial afirmó que fue la réplica la que había sido tomada, pero eso es tan probable como que la réplica fue fabricada después de los hechos para reemplazar a la espada irrecuperable. La espada fue robada otra vez en el siglo VI por un monje chino. Aunque se divulgó en su momento que su barco se hundió en el agua y que la espada llegó a tierra en Ise, donde fue recuperada por sacerdotes de Shinto. Así, la espada actual pudo ser hasta tres veces quitada de su lugar original.
Está escrito que el clan Inbe le dieron a la Emperatriz Jitō un espejo y una espada que llevaron al santuario Ise y que esos son dos de las tres insignias imperiales. De cualquier manera, la mayor debilidad de esta teoría es que como la encarnación de kami, ni siquiera el Emperador podría haberse llevado la espada sin una ceremonia formal, y no hay constancia en el santuario Atsuta de que dichas ceremonias fueran celebradas. Además, la espada que la Emperatriz Jitō recibió es realmente Sugari no Ontachi (須賀利御太刀) que es hecha en cada ascensión del emperador, y el espejo Yata es un objeto diferente por la misma razón.
en la imagen : okami vs orochi de weshoyot
jueves, 9 de octubre de 2008
FRANCISCA Y LA MUERTE

Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de las ceibas eran pura caoba transparente. El tronco del guayabo soltaba, a espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla. Verde era todo, desde el suelo al aire y un olor a vida subiendo de las flores.
Natural que la muerte se tapara la nariz. Lógico también que ni siquiera mirara tanta rama llena de nidos, ni tanta abeja con su flor. Pero, ¿qué hacerse? ; estaba la muerte de paso por aquí, sin ser su reino.
Así pues echo y echo a andar la muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca.
Y la muerte se mordió el labio. No era para menos seguir dando rueda, por tanto mundo bonito y ajeno.
Pero miró todo el extenso campo arado y no había un alma en él. Soltóse la trenza la muerte y rabió:
Duro y fatigoso era el camino. Además, ahora tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo sentar el pie sobre el suelo irregular y tan esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del esfuerzo. Así, por tanto, llegó la muerte hecha una lástima a casa de los Noriega.
Y salió la muerte otra vez al camino. Iba ahora indignada sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio se le asomaba bajo el ala del sombrero.
Entonces la muerte, quien ya tenía los pies hinchados dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más que sudada, sacó su reloj y consultó la hora:
Mientras,a dos kilómetros de allí, Francisca escardaba de malas hierbas el jardincito de la escuela. Un viejo conocido pasó a caballo y, sonriéndole, le echó a su manera el saludo cariñoso:
Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las rosas y le devolvió el saludo alegre:
EL HOMBRE QUE RESUCITO TRES VECES

Cuento # 1.
Autor anónimo.
Dirección General de Culturas Populares de México.
Por fin se murió... le pusieron su ropa y lo colocaron en su caja, lo velaron durante la noche entera hasta que al día siguiente lo fueron a enterrar.
dia de muertos en michoacan

ORIGEN
DESCRIPCIÓN
El ambiente de Janitzio y de los demás poblados en la víspera del día de muertos es de gran fiesta, hasta que empieza el lúgrubre tañer de las campanas, al conjuro mágico de los sonoros bronces, las almas de ultratumba se presentan y los vivos se congregan ante los despojos mortales de los desaparecidos. Negras siluetas van apareciendo por doquier. Llenas de amor, van llegando almas piadosas con las ofrendas, cortan flores, llevan dulces, consagran alimentos como: panes, dulces, frutos, etc. Con ellas se erigen un altar sobre la tumba y se sientan resignadas y llorosas a contemplar las llamas de los cirios y hacer oraciones por los muertos. A intervalos se arrodillan ante la cruz que indefectiblemente preside el rito, y quedan pensativos como evocando a los difuntos añorando su presencia. Janitzio es una de las bellas islas del lago de Pátzcuaro, impresiona por la forma y belleza de sus construcciones donde sobresalen las blancas paredes con techos de teja roja, diseminadas en forma disímbola por la Isla. Tiene además, un nombre y celebridad debidamente conquistado por la celebración de "Noche de Muertos", el día 1 al 2 de noviembre, aunque las celebraciones son las mismas en toda la región lacustre, se le han otorgado a esta Isla por antonomasia. Y refieren que en esta noche, surge la sombra de Mintzita corazón, hija del Rey Tzintzicha, y la de Itzihuapa, hijo de Taré y Príncipe heredero de Janitzio. Locamente enamorados, no pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores. Preso ya el Rey padre de Mintzita, por Nuño de Guzmán quiso la princesa rescatarlo ofreciéndole el tesoro fabuloso que se encontraba bajo las aguas, entre Janitzio y
Pacanda. Y cuando el esforzado Itzihuapa se apresaba a extraerlo, se vio atrapado por veinte sombras de los remeros que lo escondieron bajo las aguas y que fueron sumergidos con él. Itzahuapa quedó convertido en el vigésimo primer guardián de tan fantástica riqueza. pero en la noche del día de muertos despiertan todos los guardianes del tesoro, al lúgubre tañer de los bronces de Janitzio, y suben la empinada cuesta de la isla. Los dos Príncipes, Mintzita e Itzihuapa se dirigen al panteón para recibir la ofrenda de los vivios a las luces plateadas de la luna, los dos espectos se musitan palabras cariñosas y, a las llamas inciertas de los cirios, se ocultan de las miradas indiscretas. En Janitzio las flores son inspiración y gozo que se cantan en las pirekuas como Tzitziki Canela (Flor de Canela). Tzitziki Changunga (flor de Changunga), son cantos en los que se compara a la mujer con las flores por su delicadeza, finura y exquisitez. Nadie interrumpe sus coloquios amorosos! Mientras tanto las estrellas fulguran interesantemente en las aventuras, las campanas tocan desesperadamente y el lago gime como una alma en pena... en sus intricandas calles asoman balcones y soportes de viejas maderas, sobre las que cuelgan redes. Aproximadamente a la mitad de su ascenso, se encuentra su iglesia pintoresca
como todo en el pueblo, en cuya parte posterior se encuentra el cementerio en donde se realiza la singular e impresionante ANIMECHA KEJTZITAKUA, toda la vida de la Isla vibra en torno a esa ceremonia; en ella hay un ambiente de tristeza y de alegría discreta. Hacia las 12 de la noche del 1o. de noviembre la mujeres y los niños se desplazan con solemnidad, localizan los lugares de reposo de sus seres queridos, ponen hermosas servilletas bordadas sobre las tumbas y depositan ahí los manjares que en vida fueron del agrado de sus distintos difuntos, colocan ofrendas florales enmarcadas por las luces de numerosas velas, y así transcurre la noche entre alabanzas, rezos y cantos de las mujeres y niños, mientras los hombres de lejos, en las afueras del cementerio, observan atentos todo lo que sucede en el inteior del panteón. Una camapana colocada en el arco de la entrada del panteón, suena discretamente toda la noche, llamando a las ánimas a que se presenten a la gran ceremonia. En toda la Isla hacen eco los cantos purépechas de dulce y musical cadencia que imploran el decanso de las almas de los ausentes y la felicidad de los que quedan en la tierra. Participar en esta fiesta es cumplir con un deber sagrado para los muertos, que hacen honor a quienes lo practican.
Se recomienda la visita a las ofrendas que se colocan en los panteones, se lleva a cabo un concierto en la Basilíca de Nuestra Señora de la Salud de Pátzcuaro y se recomienda asistir a la obra de Teatro Don Juan Tenorio que se realiza en la capilla abierta del Exconvento Franciscano de Tzintzuntzán.
No lleve ni consuma bebidas alcohólicas en los lugares de la celebración ya que esto demerita las ceremonia; para evitar esto existe la vigilancia necesaria. El clima de lo zona es frío, lleve ropa adecuada. Asista a los lugares de la ceremonia después de las 24 horas. Es mejor el espectáculo. Respete los señalamietos de tránsito para el control de vehículos en la zona. Para trasladarse a las islas no viaje en lanchas con sobrecupo Consuma alimentos en lugares que ofrezcan calidad turística e higiene para evitar riesgos de salud. Para información turística adecuada acuda a las casetas de información instaladas. No tire basura ni desperdicios al lago, en panteones o en poblaciones, procurando hacerlo en los depósitos para este fin. Para emergencias existen puestos de rescate estratégicamento colocados.
El lago de Pátzcuaro y su isla Janitzio se ubican a 60 kilómetros de Morelia, capital de estado de
Michoacán, que se comunica por dos carreteras una que parte de la federal 15 en Quiroga y otra, moderna de cuatro carriles, por Tiripetío. Morelia se localiza a tres horas del Distrito Federal por la carretera corta de cuatro carriles Atlacomulco-Maravatío-Morelia, se conecta con el centro y las fronteras del país por una vasta red de carreteras que también la unen a los estados de México, Querétaro, Guanajuato y Jalisco. Está integrada a la red de los ferrocarriles. Se comunica por la vía aérea con las ciudades de México, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Zihuatanejo, Guadalajara, Monterrey y Tijuana.
miércoles, 8 de octubre de 2008
cosas raras en malasia
pues francamente ya ni se, he visto cosas raras en mi vida pero....de que hay fraudes los hay...