jueves, 30 de agosto de 2012

MEZCO CRYPTOZOOLOGY

Hace ya unos años salio al mercado una linea de figuras de la marca MEZCO ya bastante dificil de conseguir en México, era la linea cryptozoology , contaba con 3 figuras y una de ellas era el mitíco mothman, francamente interesante para todo coleccionista del buen horror.

Convocatoria "Pasarela de Catrinas"

¿Tienes pesadillas de modelo?
¿Sueños monstruosos? ¿Sueños Macabros? ¿Sueños Bizarros?
¿Te gustaría ser parte de Macabro y Post Mortem 2012?
¿Te gustaría ser una Catrina?

 MACABRO Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México, Post Mortem: Festival de Cine de Horror y Bizarro y el Museo José Guadalupe Posada te invitan a participar en los “Desfile de Catrinas”, que se realizarán en el marco de la onceava edición de Macabro-FICH en el D.F. y en la quinta edición de Post Mortem en la ciudad de Aguascalientes.


Celebraremos con esto los 100 años de vida de la Catrina, personaje creado por el maestro José Guadalupe Posada.

Necesitamos voluntarios prendidísimos y muy dispuestos a participar en este evento tan especial, así que no importa cómo te veas. ¡Lo que nos interesa es que seas muy fan del horror!

Puedes participar en cualquiera de los dos festivales (Aguascalientes o en la Ciudad de México) envíanos tus datos y una foto de cuerpo entero con un catálogo/postal/poster del festival que corresponda a años anteriores al 2011.

Para participar en Post Mortem (Aguascalientes) envía tus datos a horror@postmortemfest.com
Fecha límite: 30 de septiembre de 2012

Para participar en Macabro (Ciudad de México) envía tus datos a contacto@macabro.mx o macabro.fich@gmail.com.
Fecha límite: 23 de junio

martes, 13 de marzo de 2012



El misterio del “brujo mayor”

La familia Aguirre asegura que resguarda el legado del hombre que forjó la fama de esta ciudad con su “habilidad para invocar al diablo”. Considera una “burla” y un “carnaval” las prácticas que ahora abundan en Catemaco
La casa de los Aguirre tiene las paredes plagadas de recuerdos: decenas de cuadros con fotografías, en las que destacan renombrados políticos, conviven con imágenes religiosas de Jesucristo y “La Última Cena”. Nadie imaginaría que en esa vivienda sus moradores son devotos del diablo y que todos son parte de un linaje que tiene la habilidad de acercarse al que llaman “señor de las tinieblas”.
Son las 12 del día en la ciudad de Catemaco, en la región de Los Tuxtlas del estado de Veracruz. La ciudad es pequeña; apenas unos 50 mil habitantes. Es el primer viernes de marzo y todos no hablan de otra cosa más que de brujería y hechicería.
Lejos, en la calle de Ocampo, ya para salir a la carretera hacia el Puerto de Veracruz, una familia se mantiene al margen de los festejos a pesar de que uno de sus miembros fue el responsable de que esa localidad haya saltado a la fama a nivel mundial por la brujería que ahí se práctica.

Don Gonzalo, el original
Por Catemaco abundan los hierberos, los chamanes y los hechiceros. Se puede decir que en cada calle hay uno, y todos se dicen: “El Brujo Mayor”. Pero los que saben afirman que el máximo representante de las artes oscuras fue Gonzalo Aguirre.
Su hija Isabel, una mujer que ronda los 60 años, menuda y pequeña, ha decidido seguir con la tradición. Ella y su familia no celebran el primer viernes de marzo; lo consideran un carnaval, una burla a lo que ellos hacen, que es curar, proteger e invocar al demonio para que las personas le hagan peticiones. Esas prácticas fueron el legado de don Gonzalo, y ahora luchan por preservarlas.
Luis Francisco Sánchez Aguirre es nieto de Gonzalo. Es médico cirujano. Estudió en la ciudad de México, en La Salle. En 2011 compitió para la alcaldía de Catemaco, por el PAN. Logró 28 mil votos, pero perdió.
Su madre ha continuado con la tradición y espera algún día ser el heredero. Asegura que sus creencias no chocan con su carrerea que es apegada a la ciencia. Incluso muchas de las cosas que hizo su abuelo las pudo explicar estudiando medicina.
Afirma que Gonzalo fue considerado uno de los brujos más importantes de Hispanoamérica y su magia nada tenía que ver con lo que se ve hoy. Cuenta que el primer viernes de marzo era especial, porque en esa fecha su abuelo acudía al Cerro del Mono Blanco a platicar con el diablo en su rancho, Las Ánimas.
Fue tan famoso que en uno de los episodios de la historieta Fantomas, titulado “La Laguna encantada de Catemaco”, Aguirre es el protagonista, el villano a vencer. “Se da a conocer el primer viernes de marzo gracias al acercamiento que tiene mi padre (abuelo) con Don Raúl Velasco en el programa de México”.

Todos son hechiceros
La familia Aguirre explica por qué hay tantos hechiceros en Catemaco. “No tiene que ver nada el primer viernes de marzo con Catemaco, con rituales basadas en cosas olmecas, mayas o prehispánicas. El festejo simplemente es de este siglo y del siglo XX, y nace a raíz de lo que hacía Manuel Utrera y que le enseña a Gonzalo Aguirre: el acercamiento a la espiritualidad negra con el ‘adonai’, con el ‘amigo’ como se hacía llamar”, cuenta Francisco Sánchez.
Y agrega: “Mi padre llevaba cerca de 2 mil personas en esa fecha a invocar al diablo al rancho Las Ánimas. Si existía o no, no lo sé. Pero era una creencia, cosas abstractas, cosas que no se ven. Y venían de todas partes del país y del mundo, y no era un carnaval del pueblo. La gente del pueblo no entraba al rancho, porque no era para ellos; era para gente que buscaba sanidad a sus males espirituales y sus males de brujería”.
Doña Isabel y Francisco aseguran que el legado que dejó Gonzalo estuvo a punto de perderse debido a que todos los Aguirre son católicos y tras la muerte del “brujo mayor”, pensaron que estaban haciendo mal en seguir con esa tradición. Aunado a la intervención de las autoridades estatales y municipales, que le dan el estandarte de máxima autoridad de la hechicería a quien les paga mejor.
Los Aguirre afirman que la magia de Catemaco es única. Nació en el siglo pasado y no se parece a ninguna otra, ni prehispánica, ni antillana. Es una combinación de adoración al demonio y a la Iglesia católica.
“Acaba de pasar el Miércoles de Ceniza. En Catemaco hacemos algo parecido: se toma la contra y se pone la contra. Eso es protegerse por un año de las malas cosas. Ahora caminas en el pueblo y nadie trae una contra”, dijo Francisco.
La “contra” consiste en que el hechicero corta con una navaja virgen el brazo de la persona y le echa cenizas y polvos secretos dentro de la herida, le da una pócima y con el colmillo de un animal le raya diferentes puntos de su cuerpo.

Hasta los curas creen
Isabel Aguirre atiende en un pequeño consultorio, en la parte posterior de su casa. Alrededor se observan fotos de personalidades artísticas y de la política que asegura ha sanado.
Ella es hija del verdadero Brujo Mayor, dice. Sin embargo, a diferencia del resto de los hechiceros de Catemaco su vestimenta no es estrafalaria; no tiene joyas ni túnicas, viste de manera modesta.
Las únicas personas a las que no atiende son a los narcotráficos, aunque también le negó una consulta a Elba Esther Gordillo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por considerarla “una persona malévola”.
Entre sus clientes hay curas de la Iglesia católica, que van de manera habitual, de todo el país, a que ella “les dé una revisada”.
La relación en lo que hace y el catolicismo es mucha, pues las pócimas que utiliza son con base en objetos que se usan en misas católicas. “Me cuestan mucho ciertas cositas que agarro para mis cosas, que me valen muy buena lana; una piedrita me sale casi en 70 mil pesos, pero yo sé qué es y yo sé cómo la manejo”.
“He curado gente de España, de Inglaterra, de Alemania. Apenas vino y curé una niña, hija de un embajador. Vienen familiares de presidentes. Soy la única aquí”, dice.
Uno de sus más asiduos es el ex procurador general de la República Ignacio Morales Lechuga, quien le ha llevado a varias personalidades de la política “para que las cure”, dice.
Otro de los personajes que asegura ha aliviado es al cantante Saúl Hernández, que acudió cuando perdió la voz tras iniciar Jaguares.
Isabel dice que es tal su fama que los mismos curas dudan que Gonzalo tuviera pacto con el diablo, pues “nos consideran buenas personas”.

 Rodrigo Barranco / Corresponsal | El Universal

domingo, 22 de enero de 2012

Mi hija quiere ser una monster



Esta no es una historia de terror, sino el relato de una de las mejores estrategias de marketing de los últimos años. Todo empieza cuando nos damos cuenta de que las Monster High, unas monas góticas que traen vueltas locas a las niñas mexicanas, comienzan a agotarse en las jugueterías, mientras que los estantes de las Barbies siguen repletos. Y lo mismo ocurrió en España y Estados Unidos

El reloj de la Catedral estaba por anunciar la medianoche. Jamás había visto un cielo tan apocalíptico y escalofriante: la luna parecía un gigantesco ojo abierto observándonos. Cientos de personas caminábamos por la Alameda Central. Los Reyes Magos se tomaban fotos con los niños, las luces del carrusel centellaban, los algodones rosas empalagaban los labios de los enamorados. De pronto sentí que el aire me estaba hablando. Juro que escuché un susurro pasar por mi oído izquierdo. Se me erizó la piel pero no alcancé a escuchar lo que decía porque las campanadas empezaron a retumbar. Eran las doce de la noche en el Centro de la Ciudad de México cuando bajé la mirada y vi a la hija de Frankenstein, así, con una cicatriz en el rostro y un vestido de última temporada. Una niña la tenía en sus manos. A un lado otra pequeña sostenía una vampira de pelos rosas. Otras monstruitas similares iban en brazos de decenas de chiquillas. Años antes, lo recuerdo bien, eran las Barbies quienes venían con sus amas a este lugar. ¿Será que estamos asistiendo a la caída del imperio de Barbie?, pensé. El furor consumista de la pasada época navideña confirmó que las Monster High están ganándole terreno a las novias del guapo Ken.

Ni Edgar Allan Poe, autor de verdaderas profecías como Los crímenes de la calle Morgue y El entierro prematuro, hubiera presagiado el desmoronamiento de la era Barbie. Las monstruitas góticas que están abollando la corona de la gran princesa tienen historia. La más cotizada se llama Draculaura y es la primogénita de Drácula. Frankie Stein es orgullosa descendiente de esa aberración de tornillos en la cabeza que camina con dificultad. Lagoona Blue es la hija del engendro marino. Clawdeen Wolf es el amado retoño del Hombre Lobo. Ghoulia Yelps es la zombi más nerd que cualquier zombi haya visto jamás. Y Cleo de Nile forma parte de la estirpe de la momia más antigua de Egipto.

Estos seis esperpentos de mujer forman parte de la línea de muñecas Monster High, una travesura de Mattel que cuenta con una docena de adefesios que vieron por vez primera la luz en el mercado mexicano apenas en el otoño de 2010. Tienen la piel azulada, vienen tatuadas y traen un delineado de ojos tan marcado que ni Ozzy Osbourne  hubiera logrado en su mejor fiesta de Halloween. Algunas de ellas tienen pies de plástico transparente que las hace parecer como si estuvieran levitando, usan zapatos con cadenas colgantes y tacones tan altos como los zancos de un cirquero. Sus cabelleras rojas, azules, moradas, verdes y blancas les dan un look atrevido que muchas chicas quisieran imitar.

Las niñas que las compran no parecen incomodarse al ver las cicatrices que en rostros y cuerpos tienen las muñecas sensación de la temporada. Pero lo más impresionante es que, justo cuando se pensaba que no podía haber muñeca más delgada que la Barbie, estas monstruas contemporáneas tienen una cintura casi dos veces más pequeña que la reina del mundo rosa.

El fenómeno Monster High, el gran éxito de las últimas dos navidades, el nuevo juguete favorito de muchas niñas y adolescentes de América Latina, España y Estados Unidos, pero sobre todo la peor pesadilla de los pasados Reyes Magos, y no precisamente por sus fantasmagóricos looks sino por sus espeluznantes precios. Tan sólo en nuestro país el costo de las hijas de los monstruos más famosos de la historia se quintuplicaron durante las fiestas decembrinas. Mientras que en tiendas departamentales el paquete con cinco muñecas rondaba los 1,000 pesos, en los puestos de tianguis y en las cajuelas de los autos el mismo paquete se anunciaba hasta en 5,000 pesos.

Pero no se trata de un cuento de terror, sino de una de las mejores apuestas de Mattel, el emporio de juguetes con mayor facturación en el mundo, que tan sólo a finales del año pasado logró una ganancia de 397.9 millones de dólares en nueve meses. “Los mercadólogos se dieron cuenta de que la Barbie tenía que cambiar”, dice Daniel Hernández Rosete, antropólogo, investigador titular en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y sociólogo de clóset. Pero ¿por qué hacer realidad la película ochentera El Regreso de los muertos vivientes de Dan O’Bannon y sacar a los personajes de un cementerio y hacerlos muñecos de plástico? Fácil. “Porque las Monster High son únicas, originales, rompen el esquema de la típica muñeca perfecta, nos enseñan que está bien si eres diferente a los demás y porque desde que era pequeña soñaba con ser un vampiro”, me confiesa Claudia Valeria Badillo, de 14 años, mientras busca en su pesada bolsa una de las 14 monstruitas que forma parte de su colección. “Es que te iba a enseñar sus camas, pero olvidé los ataúdes”, ríe la adolescente que no lleva ni ojos delineados, ni el cabello de arco iris ni mucho menos prendas góticas.




Y cuando despertó...era un vampiro

El aullido para llamar a los hombres lobo ha quedado en la historia. En la era de las redes sociales me bastó con poner mensajes en Twitter y Facebook para conseguir una cita con algunas integrantes de un club de fans de las famosas Monster High. En la web hay cientos de discípulas del juguete más codiciado de los últimos años. Luego de escribir mis primeros recados de búsqueda, algunas fans españolas de Draculaura me acusaron de “engañar niños”, de ser una “roba chicos”, “ni se os ocurra ir, os está mintiendo”, escribían algunas fanáticas de los vampiros en el muro de Facebook cuando las invité a reunirnos, pero no fue hasta después de unas largas y tenebrosas pláticas nocturnas a la luz de la luna, perdón, a la luz de la computadora, cuando cuatro de las 931 niñas y niños suscritos a una de las páginas me ayudaron a darle rostro a las fotos de Clawdeen Wolf que tenían en sus perfiles y nos reunimos en el Parque Hundido de la Ciudad de México. Las niñas llegaron acompañadas de sus mamás, claro está.
María de los Ángeles López, mejor conocida en el mundo monstruoso como Spectangrie Faldascuadradas, tiene a sus 11 años una colección de 11 muñecas Monster High, además de las ediciones de peluche de cada una, las mascotas y los accesorios. Y es la administradora de la página de fans con más de 900 usuarios. “Me hice cargo de la página porque soy la fan número uno, estaba al pendiente de las novedades y la antigua administradora me escribió para cedérmela porque ella ya era más grande e iba a entrar a trabajar. Ahora, yo investigo, organizo y hago las publicaciones sobre las Monster”.
La mamá de esta chiquilla de 11 años me dice que su hija “empezó a querer ser una monster porque leyó acerca de mitología griega y de ahí saltó al libro de Monster High”, ya que el naciente imperio de las monstruas incluye además, un libro escrito por la antes desconocida y ahora famosa novelista canadiense Lisi Harrison, quien en conjunto con Mattel y Alfaguara crearon una serie de novelas que narran la historia de un grupo de monstruos adolescentes que lidian con su vida como estudiantes dentro del colegio Monster High. Y porque los problemas juveniles van más allá de la página de un libro, la marca Monster High también se extiende a una serie por internet transmitida en YouTube, cual telenovela juvenil mexicana pero con momias y vampiros animados como protagonistas.

Monster High es una escuela donde no hay problema si te despiertas siendo mitad vampiro y mitad humano, porque en la serie ser diferentes es lo que terminó por unirlos y hacerlos iguales.
“Estamos viviendo un momento histórico en el que los jóvenes no es que entren en una situación anárquica, sino entran en una situación donde los referentes ya no les resultan atractivos y no funcionan como funcionaron históricamente para otras generaciones. La rebeldía al más puro estilo de James Dean ya no nos sirve, tú ves una película de César Costa emulando a James Dean, con Angélica Maria y Alberto Vázquez y uno de los episodios más grotescos es cuando están fumando y piensas órales, qué malos ¿no?' Ahí te das cuenta que todas estas referencias entre el bien y el mal se están disolviendo. En ese sentido sí hay un cambio y reestructuración. No es que estemos pasando una crisis, sólo es que los elementos ideológicos que solían cohesionar a un colectivo ya no funcionan en una coyuntura como la que estamos viviendo”, comenta el antropólogo declarado, Daniel Hernández, “es un agotamiento del término identidad”.



El creador
Porque detrás de todo monstruo hay una gran mujer, digo, un gran creador, el inventor y dueño de la mayor parte de la producción de juguetes del mundo, Mattel, creó a mediados de 2010 la que ahora es la más monstruosa idea en el reino del juguete.
“Esta propuesta en la que monstruos conviven con estudiantes de colegios secundarios es el proyecto más creativo en el que hemos trabajado. Desde Mattel estamos muy emocionados con esta nueva propiedad que por su trama se diferencia de todas las otras que se puedan encontrar en el mercado para niñas”, dijo Pablo Espinosa, Director de Marketing Regional para Latinoamérica y el Caribe de Mattel, cuando apenas se lanzaba este producto en los países de América Latina.
Aunque para la productora de sonrisas el mercado en nuestro país ya es muy fértil y seguro, el éxito de Monster High en México tuvo la misma razón por la que triunfó en los países extranjeros. “Mattel sabe que las adolescentes de todo el mundo aprecian el tono inteligente, el humor y la estética. Teniendo en cuenta eso, se creó Monster High, con el fin de que ellas se encuentren en esta marca y se sientan parte de las situaciones típicas con las que deben lidiar todos los días en el colegio”, comentó Paola Castiglione, Girls Marketing Manager de Mattel a propósito del éxito de la línea en países como Estados Unidos y de su estreno en el Caribe y Latinoamérica.

Aunque más de un año después del lanzamiento en nuestro país, Mattel México no facilita los números de ventas y ganancias que ha dejado la fascinación por las muñecas góticas, basta con decir que las Monster High se convirtieron en el juguete más deseado de la temporada navideña. Semanas antes de la visita de Santa Claus las muñecas ya se habían agotado en las jugueterías más prestigiadas. En la víspera de la llegada de los Reyes Magos podía conseguirse en el comercio informal y en una que otra tienda establecida. El furor por las monstruitas provocó escenas de terror: niñas llorando a mares luego de recorrer seis, siete o diez establecimientos donde sólo había Barbies. Mamás y papás recorriendo la ciudad de un lado a otro para tratar de cumplir el sueño de las chiquillas. Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltazar me dijeron en entrevistas por separado que llegaron a pagar hasta cinco mil pesos por una Monster, pero que no les alcanzó para adquirir todas las que les pidieron las niñas mexicanas.

El mercado del terror
Hace poco más de 50 años el magnate de los juguetes, Mattel, creó la hoy muñeca más famosa de todos los tiempos, a partir de un viaje a Alemania, Ruth Handler, esposa de Elliot Handler, cofundador de la empresa, vio en un aparador a Bild Lilli, una sex doll para hombres que cautivó la mirada de las niñas por encarnar a una mujer mayor diferente a las muñecas que estaban acostumbradas a comprar por su aún corta edad. Fue entonces cuando la empresa productora de sonrisas se dio cuenta de que estaba ante su primer gran descubrimiento y compró los derechos de Lilli hasta que finalmente plastificó la palabra perfección, le puso cintura de avispa, cabello dorado, ojos azules y la nombró Barbie.
“Aunque una chavita de diez años no tenga estos significados introyectados en primera instancia, una muñeca como objeto era y sigue siendo un recurso para establecer lo aspiracional, cómo debe y debía ser una mujer”, dice el sociólogo y antropólogo, Daniel Hernández. Entonces, por qué los niños y jóvenes del mundo entre 7 y 15 años, los que soñaban con vivir en una casa de paredes rosas e ir a un día de campo perfecto con Barbie, Ken y una pequeña Kelly en los brazos, ahora juegan a tomar el té en un panteón con seres muertos de piel azulada. Aunque suene a dicho de mi abuela, yo, por ejemplo, en mis tiempos quería ser Goku, tener súper poderes, teletransportarme, fusionarme, buscar las esferas del dragón, pero jamás ser una criatura muerta.
Así que fui a la boca del lobo, quién mejor para entender al naciente amor por los seres de la noche, que un especialista en vampirismo, Carlos Camaleón, escritor, músico, pintor, artista conceptual y fanático y especialista en estos seres primos segundos de Batman, quien también tiene una opinión sobre el fenómeno que trae vueltas locas a las niñas:

“A partir de los 90 empezamos a mezclar los conceptos entre lo bello y lo grotesco y no es porque vaya a cambiar el mundo sino que las formas de representarlo se transforman, por ejemplo antes era mucho si se decía en los Polivoces 'menso', ahora puedes dar una mentada de madre y no pasa nada. Estamos frente a un cambio generacional, la Barbie ahora es un artículo risible, las niñas ya no quieren serlo, ellas quieren algo más. El ideal estético de las niñas cambió, ya no quieren ser amas de casa, quieren trabajar, ser libres, fuertes y por qué no... hasta monstruos inmortales. Es una unión de lo que se consideraba raro. Están diciendo 'Vamos a unirnos porque somos diferentes'”.
Fue entonces cuando comprendí el por qué de la felicidad, el gusto y la emoción con las que las madres de las niñas del club de fans de Monster High me contaban la historia de Abbey Bominable, otro de los personajes estudiantes de intercambio que hay en el Instituto Monster High, es la hija del hombre de las nieves, mejor conocido como El Yeti, o el entusiasmo con la que Margarita López, mamá de Claudia Valeria interrumpía a su hija para sacar del bolso gigante que llevaron al Parque Hundido a la señorita Abbey y enseguida presumirme la historia casi atropellando las palabras de su pequeña de 14 años, no sin antes de que Nancy Rojas y Ana María Vilchis, las otras dos madres que nos acompañaron vieran a la monstrua de las nieves y preguntaran apresuradas dónde la había conseguido.
Eran tres madres con doctorado en Monster High, mientras las cuatro niñas hacían el shooting, las mamás coincidieron al sostener cada una algún par de personajes, mirarlas de pies a cabeza, sentirlas y confesar: “Estas muñecas son fantásticas”. “Por qué habría de preocuparme que a mi hija le gusten las cosas góticas, al contrario, su curiosidad se desarrolló, a sus 11 años ya ha leído todos los cuentos de estos monstruos —y apresurada sacó una carpeta del bolso—, hasta dibuja y crea personajes”, me dijo Ana María, una  madre orgullosa porque su hija acababa de recibir un Diploma en Asuntos Monstruosos.
La carpeta de dibujos de Angie podría pasar sin titubear a la final de un concurso de artes plásticas. ¿Lo mejor? la segunda página del portafolios era el boceto de una muñeca con una enorme cola de caballo color negro, de piel del color de la nieve, con el rimel corrido hasta las mejillas, un pequeño sombrero en forma de telaraña en la cabeza, alas en los pies, un corsé azul que casi simulaba haber sido tejido, y porque todas las Monster High lo tienen... la mascota de ésta era un perro xoloitzcuintle al que Angie nombró “Chulo Escuincle”, y en la esquina superior derecha estaba el nombre con el que Angie bautizó a su prototipo de muñeca, “Emiliana Malitzin”, un personaje mexicano creado en la mente de una niña de once años que —sin dudarlo— podría estar en el departamento creativo de Mattel.

Por eso es que el escritor y especialista en vampiros, Carlos Camaleón, habla de lo diferente y extraño, ahora ya como una herramienta de mercadotécnica: “Que los niños y jóvenes estén buscando identidad no tiene nada de preocupante, lo único que podría serlo es que los padres no estén hablando con sus hijos, ante cualquier problema no debemos imaginar ni presuponer, sino hablar con ellos y preguntar por qué le gusta una muñeca zombi, leer lo que le gusta leer y ver lo que le gusta ver. En mi caso yo supe de las muñecas porque una señora se acercó a nosotros a preguntar por mis libros, y me contó que a ella le gusta la cultura de los vampiros porque su hija es fan de Monster High y Crepúsculo. La niña la fue empapando con esto, no sólo lee los libros, se disfraza y caracteriza”.



No estamos muertos
Llámese zombi, vampiro, momia, algo de lo común con esta serie de juguetes góticos es el hecho de que están muertos, de alguna u otra forma, murieron y algunos de ellos regresaron a la vida. Por eso es que los especialistas no ven a la muñeca Monster como otra simple rival de Barbie. “No estoy tan seguro de que nuestros niños y jóvenes quieran ser muertos, lo único preocupante es el olvido en el que están siendo dejados, lo que hay que estudiar son sus patrones de consumo dentro de este momento de juventud casi contestatario y entonces sí tal vez hasta podamos encontrar una forma de muerte social en vida”, explica Daniel Hernández.
No sólo la taquillera saga Crepúsculo deja claro el éxito de los seres nocturnos, nuestra propia ciudad se infestó de 9 mil 806 seres de esta especie el pasado 26 de noviembre desbancando a Australia del Récord Guinness con mayor gente vestida de zombi. Por qué casi diez mil personas —la mayoría jóvenes— salieron al Monumento a la Revolución como si quisieran volver a grabar  Thriller del difunto Rey del Pop.

“Los niños no están diciendo que estén muertos, al contrario, la característica principal entre todos estos monstruos, zombi, vampiros, etc., son seres que regresan de la muerte y además se pretenden inmortales. Por ejemplo, la ciencia nos trajo a Frankenstein de vuelta a la vida y los zombies son seres que retornan.  Si tendríamos que hablar de muerte sólo podríamos hablar de matar a un yo antiguo para encontrar tu propia identidad”, expone el escritor Carlos Camaleón.

La nueva mujer
Hazel, Angie, Claudia y Shary, las cuatro niñas que llegaron a la entrevista en el Parque Hundido, no aparentaban ni la más mínima impresión gótica en su vestir, pensar y reir, al contrario, mientras Ghoulia Yelps y la hija de Frankenstein desfilaban a sus pies y posaban su mejor ángulo sangriento hacia la cámara, las cuatro niñas de 11 y 14 años concluyeron: “Nuestras Barbies llevan un año guardadas”.  Los especialistas dicen que una de las consecuencias sociológicas que destapa este repentino éxito es la proyección de un nuevo modelo de mujer, no necesariamente gótica, pero sí una más fuerte.
Sí, tal vez la serie Monster High no se levante a mitad de la noche ni cobre vida cual Chucky región ocho, pero el antropólogo e investigador, Daniel Hernández coincide en que éstas no son muñecas inofensivas, al contrario encarnan ideales de nuevos modelos de mujer. “Las Monster High son la antitesis de la Barbie. Es una propuesta transgresora de ese cuerpo perfecto, aquel que no tenía ni siquiera un raspón. Este es un cuerpo que desde la perspectiva mercadotécnica da la impresión de haber sido proscrito por décadas. Antes no había nada más espeluznante que la muestra de una mujer barbada”, por eso el especialista enfatiza que estas monstruas son sólo un síntoma de la búsqueda de identidad y las prácticas de consumo. Por eso es que los mercadológos están muy atentos a lo que los antropólogos y sociólogos están haciendo, “nuestros lectores más asiduos no son nuestros colegas sino los mercadólogos, si le preguntaras a Peña Nieto qué potencial de conocimiento tiene un antropólogo o historiador, no tendría la más remota idea. Pero si le preguntamos a un mercadólogo —de American Express, por ejemplo— si él contrataría un antropólogo, te contestaría de inmediato: ‘Pero por supuesto, porque me diría cómo consume la sociedad’”, concluye Hernández.

Pues bien, estos mismos estudios de consumo arrojan que ahora los hombres entre 18 y 34 años pasan más tiempo al día jugando videojuegos que los chicos entre 12 y 17. Sí, como en el mejor cuento de terror, las cifras son escalofriantes, mientras los hombres maduros están jugando a matar zombis en su Ipad y Play Station, las adolescentes y niñas sueñan con despertar siendo zombis.

Al final del día, así fue como la reina de los concursos de belleza, la que sólo puede ser maestra, doctora, veterinaria, estilista, modelo, no fue invitada a la reunión de fans de su nueva vecina en las jugueterías, la muñeca inspirada en una sex doll de los 50 tendrá que subirse al ring de nuevo porque las campanadas ya anunciaron la medianoche, hace un frío de sombrero de bruja, la hija de Frankenstein sigue invadiendo aparadores y desde hace unas semanas, a través de Mattel, todas las estudiantes del colegio Monster High, aquellas que se están cotizando en el mercado informal hasta en 1,200 pesos por pieza, amenazaron con traer un gran lote de nuevas amigas a principios de febrero, quieren meterse a la casa de Barbie y, quién sabe, hasta jugar con Ken.

KENIA RIVERA  es colaboradora de “Cosmopolitan México”. Una vez incendió una Barbie por accidente y decidió ver su travesura inconsciente como una instalación de arte contemporáneo, por lo que aprovechó para tomarle fotos.

publicado originalmente aqui

http://www.domingoeluniversal.mx/historias/detalle/Mi+hija+quiere+ser+una+monster-314




sábado, 1 de octubre de 2011

Al mes, 80 solicitudes de exorcismo en el DF



En el Distrito Federal se registran por lo menos 80 solicitudes al mes de personas que padecen algún tipo de malestar causado sobre todo por inmiscuirse en la brujería, “terreno del maligno”, afirmó el padre Pedro Mendoza, coordinador general de exorcistas de la Arquidiócesis de México.
Por otra parte, Sante Babolin, exorcista italiano, señaló que a nivel mundial, sólo dos de cada 100 casos son “posesiones demoniacas” y requieren un exorcismo.
“Cuando se habla del demonio se necesita tener en cuenta la realidad de que el amigo del hombre es Jesucristo y el enemigo es Satanás. El hombre tiene que enfrentarse con sus enemigos. Si Dios nos salvó con su sangre y todos tenemos un destino de gloria, pero no podemos conseguir este destino sin vencer la batalla contra nuestros enemigos”, señaló Babolin.
El coordinador Pedro Mendoza dijo que aunque no se tienen estadísticas a nivel nacional, cada semana se reciben al menos veinte solicitudes para el tratamiento de enfermedades espirituales en el Distrito Federal.
Durante los once años que ha funcionado la oficina de exorcismos de la Arquidiócesis de México, no se ha detectado ningún caso de posesión demoniaca. “Se atribuye a que tenemos la protección de la virgen de Guadalupe. La santísima no permite que seamos poseídos porque está en el corazón de los mexicanos”, dijo Mendoza.
Sin embargo, aseguró que la fe guadalupana “no nos libera de lo que nosotros hacemos y por andarnos metiendo en brujería, prácticas esotéricas y adivinaciones, nos estamos metiendo en terreno del maligno; esto es lo que provoca que haya mucha gente dañada. Recibo más de 15 llamadas de personas pidiendo que se les atienda porque están sufriendo por falta de fe o porque argumentan que les hicieron un maleficio”.
En conferencia de prensa, informaron que los jóvenes son los más vulnerables a padecer algún tipo de malestar espiritual e incluso “posesiones diabólicas”. Babolin explicó que en Italia ha atendido a 12 personas que requieren un exorcismo y cuya terapia incluye también atención psiquiátrica y el tratamiento puede ir de meses a tres años.
“La respuesta contra el maligno que estamos adoptando es articulada, muy compleja, que incluye la tarea de un psicólogo, pedagogo y el psiquiatra, e incluso hay un especialista para los jóvenes, sobre todo los adolescentes. Tenemos un complejo de problemas que debemos enfrentar de manera colegiada”, afirmó el exorcista italiano.
El especialista aseguró que un exorcismo tampoco es un acto de magia y no sucede como en las películas, pues este tipo de ritual es una pelea entre el exorcista y el diablo, que es una entidad que no se ve, aunque “me habla a través de la persona”.
Babolin señaló que a diferencia de las palículas de terror donde la persona poseída se comporta de manera dramática que parece tener fuerzas sobrehumanas, en la realidad el signo de la posesión es que “la persona percibe no tener su cuerpo”.
Después de un diagnóstico integral y de los casos que ha atendido a lo largo de Italia, “sólo dos personas de cada 100 que declaran malestares piden ayuda, tienen la necesidad de un exorcismo, aunque los otros también sufren y necesitan ayuda y ésta se consigue con la cercanía a Jesús”.
El psiquiatra Carmelo Miola y la especialista en jóvenes Mónica Lazzareto forman parte del equipo médico, mientras que Babolin atiende a las personas en la parte espiritual, “va junta la medicina y la oración, pero si esto no resulta, ofrezco un camino de catequesis porque frecuentemente la persona no está bien evangelizada y el camino se termina con un rito de liberación, aproximadamente 80 por ciento de las personas que concluyen esta atención sale sanada. Para el resto que no responde a la liberación tengo que empezar con los exorcismos”, dijo Babolin.
Además, explicó que los jóvenes son los más vulnerables porque ellos tienden a desvincularse de la familia, tienen problemas por el trabajo o no encuentran sentido a su vida, “hoy en día el joven tiene mucha dificultad de proyectar su futuro”.
“Quienes tienen más problemas no son los adolescentes, sino los adultos de los 14 a los 35 años los jóvenes pasan por el proceso de independencia y es ahí donde las enfermedades espirituales y psiquiatritas pueden atacar a las personas. Por eso es importante el tratamiento físico, emocional y espiritual”, precisó el psiquiatra Carmelo Miola. 


México • Nayeli Roldán

jueves, 29 de septiembre de 2011

La oración de Jesús Malverde



Al mediodía un creyente de la Santa Muerte se acerca al altar de la colonia Doctores. Prende un cigarrillo para ofrecérselo a "la flaquita". Lo coloca a sus pies, toca la vitrina y vuelve a persignarse. Se detiene a contemplar al acompañante de su Niña Blanca, en el altar aledaño, que lo tiene intrigado". ¿Y quién es ese?", pregunta.
"Jesús Malverde, el santo de los narcos", le responden. Observa al maniquí vestido con sombrero y camisa vaqueros, chamarra de borrega, y una gran hebilla de oro en forma de pistola en la figura de cuerpo completo.
Mira el anillo de oro con una piedra roja que ahorca el paliacate cruzado por su cuello. Mira también la cadena que pende del cuello del santo.
Se vuelve a ver a la Santa Muerte y le dice: "permiso". Luego, dubitativo, se ubica al frente de Malverde, lo toca con la punta de dos dedos y se persigna. "Pues si ya está aquí, hay que rezarle, ¿no?", explica.
El mito de Jesús Malverde nace en Sinaloa alimentado por el imaginario colectivo. Un ladrón que robaba a los ricos para darles a los pobres. El Robin Hood sinaloense que supuestamente murió colgado después de ser capturado por “rurales” el 3 de mayo de 1909. De ahí que en la actualidad todos los días 3 de mes se recen rosarios en su honor.
Las historias de su origen son muy variadas y se contradicen.
Una de las versiones sostiene que Jesús Malverde nació en el estado de Jalisco y cuando aún era niño sus padres lo llevaron a Sinaloa; otra explicación sustenta que nació en Mocorito, muy cerca de Culiacán.
Su nombre también tiene un origen turbio, ya que según algunas versiones, el santo de los narcos nació bajo el nombre de Jesús Juárez Maso el 24 de diciembre de 1870 y adquirió el mote de Malverde porque después de cometer sus asaltos se escondía en el monte, "en lo verde". Como para unos actuaba perversamente, lo nombraron "Mal-Verde".
Pero también existe la teoría del complot. Según esta versión, es una figura creada por quien gobernaba en ese tiempo las tierras que hoy son sinaloenses, esto como mero pretexto para perseguir a cualquier oponente de los personajes prominentes de la región.

Jonathan Pardiñas y Dorothée Delacroix

lunes, 19 de septiembre de 2011

jueves, 15 de septiembre de 2011

San Pancho Villa, protector de zapatistas



Doroteo Arango es recordado en los libros de historia de México como uno de los protagonistas de la Revolución; pero para los habitantes del noreste del país y de una zona específica de Texas representa una imagen idolatrada.

Zapata, Texas. Aunque este pueblo de Estados Unidos lleva como nombre el apellido del Caudillo del Sur, el revolucionario mexicano más conocido aquí es Pancho Villa, a cuyo espíritu la gente cuando se encuentra en apuros, le reza tres Padres Nuestros y tres Aves Marías, después de una oración especial dedicada a él:
“Querido hermano,
tú que supiste vencer
a tus más fieros enemigos,
haz que triunfe en mis más difíciles
empresas.
Me socorras en mi negocio y penalidades;
a ti invoco de todo corazón,
así pues, te sirvas darme valor,
tú que fuiste guía de los desamparados y sufridos,
dadme tu pensamiento y tu osadía.
Así sea”.

En Zapata, Texas, los creyentes en el poder milagroso de Pancho Villa cuentan con ésta oración impresa en papiros y pergaminos, con escapularios, con velas y con agua de colonia para rendirle culto, tal y como lo hacen con otros santos de la iglesia católica. La fe hacia el héroe nacional mexicano recorre más pueblos y ciudades texanas, pero es en México donde el espiritismo es visto cada vez con menor rareza.
“Cuando empecé a hacer las figuras de la santa Muerte, la gente me pidió que hiciera también de Pancho Villa porque según que era más milagroso y que también los ayudaba mucho en lo que les pedían”, comenta Margarita Elizondo, artesana de Díaz Ordaz, un municipio de Tamaulipas que se encuentra entre Reynosa y Nuevo Laredo.
Margarita hace con sus manos delgadas y largas unas figuras de Pancho Villa que miden 2 metros de altura y pesan 800 kilogramos. Para erigirlas usa cemento, varilla y yeso. Una vez acabadas las ofrece a la orilla de la carretera en 2 mil 500 pesos. En los últimos meses, según cuenta, los Pancho Villa se venden más que la Santa Muerte.
“Parece que es porque han llegado muchos soldados y mucho Ejército y aquí eso no gusta tanto, usted sabe, y como se dice que Villa protege a la gente de los soldados, pues parece que por eso se está vendiendo tanto”.
Desde el inicio del mandato de Felipe Calderón la franja que va de Reynosa a Nuevo Laredo se ha convertido en uno de los principales frentes de la guerra declarada por el gobierno contra el crimen organizado.
Estampitas con la imagen de la Santa Muerte y altares en honor de ella son encontrados comúnmente por los federales al allanar casas particulares y de seguridad que usan los narcotraficantes.
Las imágenes de Pancho Villa, aunque en menor medida, también suelen aparecer
Así como algunos profesionistas, obreros y empresarios lo hacen, la mafia de esta región del noreste del país, se encomienda a ambos. De hecho, algunas de las recientes mantas con mensajes del narco, han sido colocadas en estatuas públicas de Pancho Villa o plazas que llevan su nombre.
Ella no es devota del bandolero que se convirtió en general de la Revolución de 1910. Margarita empezó a crear figuras de él para ganarse la vida, luego de divorciarse hace 5 años. Pero aunque no es devota de Villa dice que le consta que éste es milagroso porque varios conocidos le han contado los que les ha realizado y porque “los libros también dicen”.
Francisco Villa —quien en realidad se llamaba Doroteo Arango— fue asesinado el 20 de julio de 1923 en una emboscada en la que recibió 47 balazos.
El origen del espiritismo en torno a él es atribuido en algunos estudios al hecho de que el cuerpo de Villa desapareció de su tumba en Parral, Chihuahua. “Lo que se dice es que anda por aquí ayudando a la gente que se lo pide. Que se salió de su tumba para ayudar”, explica Margarita.
De acuerdo con investigaciones históricas, la desaparición del cuerpo se debió a una profanación hecha por militares mexicanos que habrían vendido la cabeza del revolucionario al gobierno de los Estados Unidos.




Incluso, el año pasado un grupo de estudiantes mexicoamericanos pidió que el gobierno de nuestro país reclamara a los Estados Unidos la devolución de la cabeza de Villa, la cual, según sus propias indagaciones, formaría parte de la colección de cráneos de la sociedad Skull and Bones de Yale.
Uno de los clientes que le compran figuras de Pancho Villa a Margarita es un joven treintañero de Monterrey que se fue hace cuatro años a Nuevo Laredo a poner un negocio. Pide que se le identifique solamente como Andrés y se asume como un espiritista que se encarga de asesorar a la gente en el culto a la Santa Muerte y a Pancho Villa.

“Lo que yo hago es muy sencillo. Hay personas que tienen algún problema, como un familiar en la cárcel o tuvieron algún accidente, o algún problema con la ley, y quieren salir adelante, entonces lo que yo hago es comentarles los rezos y las ofrendas que se pueden hacer por ellos y por sus familiares, y después de que aceptan yo me ofrezco a hacérselos”, explica.
La entrevista con Andrés fue en un pequeño camposanto dedicado a la Santa Muerte, justo en la entrada a Nuevo Laredo.
Existen por lo menos una docena de ritos que practica Andrés con la figura de Pancho Villa y por los cuales cobra entre mil y 2 mil pesos. No revela en qué consisten estos porque asegura que después pueden dejar de ser milagrosos en cuanto empiezan a ser divulgados. El único del que habla es el de la copa de tequila que se coloca frente a una vela y a una imagen del Centauro del Norte, como se conoció a Villa. Después de colocar el pequeño altar, el creyente debe hacer la petición. Si Villa se bebe el tequila de la copa, la petición se concederá.
Lo que parece no conocer es la razón por la cual hay que dejarle una copa de tequila como ofrenda, sobretodo cuando investigaciones biográficas como la hecha por Paco Ignacio Taibo II, revelan que a “San Pancho Villa” no le gustaba el alcohol. 


Diego Enrique Osorno

martes, 13 de septiembre de 2011

Horror



Imagenes por Denis Voronin

lunes, 12 de septiembre de 2011

fury



imagen por Andrew Burdin