(México) La describen extraordinariamente negra. Lleva en la espalda una jícara (la que le da su nombre) donde resplandecen los mas hermosos colores. En realidad esta jícara policroma es una trampa. Quien la mira luego la codicia y se empeña en apropiársela. Ignora que debajo del agua yace, agazapada, la aviesa serpiente. Así el hombre va en pos de la jícara flotante. Intenta tomarla pero la jícara parece alejarse de él. La persecución prosigue durante unos minutos. Ya el cazador se ha introducido bastante dentro del agua. Entonces la sierpe, entre ruidosos golpes de agua, acaba con su victima.
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