La comida del Mictlan

Perros imperturbables conducen a los muertos por nueve ríos infernales hasta el inframundo azteca, En el Mictlan (que en español quiere decir: Lugar de los muertos) imperan el dolor, las tardes sombrías, la insondable tristeza. En vez del fuego eterno del infierno cristiano, sus moradores están perpetuamente condenados a una heladez espantosa. La comida ( si la hay) es detestable: tamales colmados de pinacates y plantas ponzoñosas. Los dioses del inframundo ( Mictlantecutli y Mictlancihuatl) devoran manos y pies, su sopa es el pus, que beben de una calavera.

Los Chatines de Oaxaca

Los Chatines eran un pueblo de piel oscura y ojos tan negros como la obsidiana; fuertes y robustos. Vivían en una pequeña isla americana y adoraban al padre sol, llamado Huicha. Este pueblo tenia una vida pacífica.

Un día aquella raza comenzó a olvidarse de todas las costumbres ancestrales. Ciertos brujos y hechiceros los indujeron a practicar culto a la noche y reverenciar a malos espíritus . Ante ello , el dios sol estalló en cólera , pidió ayuda a los mares, cubrió de aguas azules la isla y convirtió a los chatines en peces multicolores.

Pasó un largo tiempo de sufrimiento para los chatines marinos , todos los días al despuntar la aurora, éstos asomaban sus pequeñas cabezas con ojos grandes para implorar al padre sol piedad para el pueblo.

El padre Huicha, compadecido , los alimentó con maíz desmenuzado y les prometió que recibirían su ayuda . Esa misma tarde el cielo se cubrió de de gruesas nubes, los relámpagos iluminaban el cielo inmenso y finalmente cayo una gran tempestad en las regiones donde estaban las aguas del pueblo chatìn . Un fuerte oleaje sacudió la tierra , como si el mundo se fuese a terminar en una sola noche . Al amanecer surgió una región escabrosa de altas montañas, cubierta por una gran variedad de peces de colores ,que al paso de los días tomaron rasgos humanos.

Ahora los chatines viven silenciosos y austeros en la sierra. Siguen fielmente sus ritos en honor a Huicha, le dan gracias todos los días por permitirles verle nuevamente y recuerdan con nostalgia la historia de su pueblo.