domingo, 22 de enero de 2012

Mi hija quiere ser una monster



Esta no es una historia de terror, sino el relato de una de las mejores estrategias de marketing de los últimos años. Todo empieza cuando nos damos cuenta de que las Monster High, unas monas góticas que traen vueltas locas a las niñas mexicanas, comienzan a agotarse en las jugueterías, mientras que los estantes de las Barbies siguen repletos. Y lo mismo ocurrió en España y Estados Unidos

El reloj de la Catedral estaba por anunciar la medianoche. Jamás había visto un cielo tan apocalíptico y escalofriante: la luna parecía un gigantesco ojo abierto observándonos. Cientos de personas caminábamos por la Alameda Central. Los Reyes Magos se tomaban fotos con los niños, las luces del carrusel centellaban, los algodones rosas empalagaban los labios de los enamorados. De pronto sentí que el aire me estaba hablando. Juro que escuché un susurro pasar por mi oído izquierdo. Se me erizó la piel pero no alcancé a escuchar lo que decía porque las campanadas empezaron a retumbar. Eran las doce de la noche en el Centro de la Ciudad de México cuando bajé la mirada y vi a la hija de Frankenstein, así, con una cicatriz en el rostro y un vestido de última temporada. Una niña la tenía en sus manos. A un lado otra pequeña sostenía una vampira de pelos rosas. Otras monstruitas similares iban en brazos de decenas de chiquillas. Años antes, lo recuerdo bien, eran las Barbies quienes venían con sus amas a este lugar. ¿Será que estamos asistiendo a la caída del imperio de Barbie?, pensé. El furor consumista de la pasada época navideña confirmó que las Monster High están ganándole terreno a las novias del guapo Ken.

Ni Edgar Allan Poe, autor de verdaderas profecías como Los crímenes de la calle Morgue y El entierro prematuro, hubiera presagiado el desmoronamiento de la era Barbie. Las monstruitas góticas que están abollando la corona de la gran princesa tienen historia. La más cotizada se llama Draculaura y es la primogénita de Drácula. Frankie Stein es orgullosa descendiente de esa aberración de tornillos en la cabeza que camina con dificultad. Lagoona Blue es la hija del engendro marino. Clawdeen Wolf es el amado retoño del Hombre Lobo. Ghoulia Yelps es la zombi más nerd que cualquier zombi haya visto jamás. Y Cleo de Nile forma parte de la estirpe de la momia más antigua de Egipto.

Estos seis esperpentos de mujer forman parte de la línea de muñecas Monster High, una travesura de Mattel que cuenta con una docena de adefesios que vieron por vez primera la luz en el mercado mexicano apenas en el otoño de 2010. Tienen la piel azulada, vienen tatuadas y traen un delineado de ojos tan marcado que ni Ozzy Osbourne  hubiera logrado en su mejor fiesta de Halloween. Algunas de ellas tienen pies de plástico transparente que las hace parecer como si estuvieran levitando, usan zapatos con cadenas colgantes y tacones tan altos como los zancos de un cirquero. Sus cabelleras rojas, azules, moradas, verdes y blancas les dan un look atrevido que muchas chicas quisieran imitar.

Las niñas que las compran no parecen incomodarse al ver las cicatrices que en rostros y cuerpos tienen las muñecas sensación de la temporada. Pero lo más impresionante es que, justo cuando se pensaba que no podía haber muñeca más delgada que la Barbie, estas monstruas contemporáneas tienen una cintura casi dos veces más pequeña que la reina del mundo rosa.

El fenómeno Monster High, el gran éxito de las últimas dos navidades, el nuevo juguete favorito de muchas niñas y adolescentes de América Latina, España y Estados Unidos, pero sobre todo la peor pesadilla de los pasados Reyes Magos, y no precisamente por sus fantasmagóricos looks sino por sus espeluznantes precios. Tan sólo en nuestro país el costo de las hijas de los monstruos más famosos de la historia se quintuplicaron durante las fiestas decembrinas. Mientras que en tiendas departamentales el paquete con cinco muñecas rondaba los 1,000 pesos, en los puestos de tianguis y en las cajuelas de los autos el mismo paquete se anunciaba hasta en 5,000 pesos.

Pero no se trata de un cuento de terror, sino de una de las mejores apuestas de Mattel, el emporio de juguetes con mayor facturación en el mundo, que tan sólo a finales del año pasado logró una ganancia de 397.9 millones de dólares en nueve meses. “Los mercadólogos se dieron cuenta de que la Barbie tenía que cambiar”, dice Daniel Hernández Rosete, antropólogo, investigador titular en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y sociólogo de clóset. Pero ¿por qué hacer realidad la película ochentera El Regreso de los muertos vivientes de Dan O’Bannon y sacar a los personajes de un cementerio y hacerlos muñecos de plástico? Fácil. “Porque las Monster High son únicas, originales, rompen el esquema de la típica muñeca perfecta, nos enseñan que está bien si eres diferente a los demás y porque desde que era pequeña soñaba con ser un vampiro”, me confiesa Claudia Valeria Badillo, de 14 años, mientras busca en su pesada bolsa una de las 14 monstruitas que forma parte de su colección. “Es que te iba a enseñar sus camas, pero olvidé los ataúdes”, ríe la adolescente que no lleva ni ojos delineados, ni el cabello de arco iris ni mucho menos prendas góticas.




Y cuando despertó...era un vampiro

El aullido para llamar a los hombres lobo ha quedado en la historia. En la era de las redes sociales me bastó con poner mensajes en Twitter y Facebook para conseguir una cita con algunas integrantes de un club de fans de las famosas Monster High. En la web hay cientos de discípulas del juguete más codiciado de los últimos años. Luego de escribir mis primeros recados de búsqueda, algunas fans españolas de Draculaura me acusaron de “engañar niños”, de ser una “roba chicos”, “ni se os ocurra ir, os está mintiendo”, escribían algunas fanáticas de los vampiros en el muro de Facebook cuando las invité a reunirnos, pero no fue hasta después de unas largas y tenebrosas pláticas nocturnas a la luz de la luna, perdón, a la luz de la computadora, cuando cuatro de las 931 niñas y niños suscritos a una de las páginas me ayudaron a darle rostro a las fotos de Clawdeen Wolf que tenían en sus perfiles y nos reunimos en el Parque Hundido de la Ciudad de México. Las niñas llegaron acompañadas de sus mamás, claro está.
María de los Ángeles López, mejor conocida en el mundo monstruoso como Spectangrie Faldascuadradas, tiene a sus 11 años una colección de 11 muñecas Monster High, además de las ediciones de peluche de cada una, las mascotas y los accesorios. Y es la administradora de la página de fans con más de 900 usuarios. “Me hice cargo de la página porque soy la fan número uno, estaba al pendiente de las novedades y la antigua administradora me escribió para cedérmela porque ella ya era más grande e iba a entrar a trabajar. Ahora, yo investigo, organizo y hago las publicaciones sobre las Monster”.
La mamá de esta chiquilla de 11 años me dice que su hija “empezó a querer ser una monster porque leyó acerca de mitología griega y de ahí saltó al libro de Monster High”, ya que el naciente imperio de las monstruas incluye además, un libro escrito por la antes desconocida y ahora famosa novelista canadiense Lisi Harrison, quien en conjunto con Mattel y Alfaguara crearon una serie de novelas que narran la historia de un grupo de monstruos adolescentes que lidian con su vida como estudiantes dentro del colegio Monster High. Y porque los problemas juveniles van más allá de la página de un libro, la marca Monster High también se extiende a una serie por internet transmitida en YouTube, cual telenovela juvenil mexicana pero con momias y vampiros animados como protagonistas.

Monster High es una escuela donde no hay problema si te despiertas siendo mitad vampiro y mitad humano, porque en la serie ser diferentes es lo que terminó por unirlos y hacerlos iguales.
“Estamos viviendo un momento histórico en el que los jóvenes no es que entren en una situación anárquica, sino entran en una situación donde los referentes ya no les resultan atractivos y no funcionan como funcionaron históricamente para otras generaciones. La rebeldía al más puro estilo de James Dean ya no nos sirve, tú ves una película de César Costa emulando a James Dean, con Angélica Maria y Alberto Vázquez y uno de los episodios más grotescos es cuando están fumando y piensas órales, qué malos ¿no?' Ahí te das cuenta que todas estas referencias entre el bien y el mal se están disolviendo. En ese sentido sí hay un cambio y reestructuración. No es que estemos pasando una crisis, sólo es que los elementos ideológicos que solían cohesionar a un colectivo ya no funcionan en una coyuntura como la que estamos viviendo”, comenta el antropólogo declarado, Daniel Hernández, “es un agotamiento del término identidad”.



El creador
Porque detrás de todo monstruo hay una gran mujer, digo, un gran creador, el inventor y dueño de la mayor parte de la producción de juguetes del mundo, Mattel, creó a mediados de 2010 la que ahora es la más monstruosa idea en el reino del juguete.
“Esta propuesta en la que monstruos conviven con estudiantes de colegios secundarios es el proyecto más creativo en el que hemos trabajado. Desde Mattel estamos muy emocionados con esta nueva propiedad que por su trama se diferencia de todas las otras que se puedan encontrar en el mercado para niñas”, dijo Pablo Espinosa, Director de Marketing Regional para Latinoamérica y el Caribe de Mattel, cuando apenas se lanzaba este producto en los países de América Latina.
Aunque para la productora de sonrisas el mercado en nuestro país ya es muy fértil y seguro, el éxito de Monster High en México tuvo la misma razón por la que triunfó en los países extranjeros. “Mattel sabe que las adolescentes de todo el mundo aprecian el tono inteligente, el humor y la estética. Teniendo en cuenta eso, se creó Monster High, con el fin de que ellas se encuentren en esta marca y se sientan parte de las situaciones típicas con las que deben lidiar todos los días en el colegio”, comentó Paola Castiglione, Girls Marketing Manager de Mattel a propósito del éxito de la línea en países como Estados Unidos y de su estreno en el Caribe y Latinoamérica.

Aunque más de un año después del lanzamiento en nuestro país, Mattel México no facilita los números de ventas y ganancias que ha dejado la fascinación por las muñecas góticas, basta con decir que las Monster High se convirtieron en el juguete más deseado de la temporada navideña. Semanas antes de la visita de Santa Claus las muñecas ya se habían agotado en las jugueterías más prestigiadas. En la víspera de la llegada de los Reyes Magos podía conseguirse en el comercio informal y en una que otra tienda establecida. El furor por las monstruitas provocó escenas de terror: niñas llorando a mares luego de recorrer seis, siete o diez establecimientos donde sólo había Barbies. Mamás y papás recorriendo la ciudad de un lado a otro para tratar de cumplir el sueño de las chiquillas. Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltazar me dijeron en entrevistas por separado que llegaron a pagar hasta cinco mil pesos por una Monster, pero que no les alcanzó para adquirir todas las que les pidieron las niñas mexicanas.

El mercado del terror
Hace poco más de 50 años el magnate de los juguetes, Mattel, creó la hoy muñeca más famosa de todos los tiempos, a partir de un viaje a Alemania, Ruth Handler, esposa de Elliot Handler, cofundador de la empresa, vio en un aparador a Bild Lilli, una sex doll para hombres que cautivó la mirada de las niñas por encarnar a una mujer mayor diferente a las muñecas que estaban acostumbradas a comprar por su aún corta edad. Fue entonces cuando la empresa productora de sonrisas se dio cuenta de que estaba ante su primer gran descubrimiento y compró los derechos de Lilli hasta que finalmente plastificó la palabra perfección, le puso cintura de avispa, cabello dorado, ojos azules y la nombró Barbie.
“Aunque una chavita de diez años no tenga estos significados introyectados en primera instancia, una muñeca como objeto era y sigue siendo un recurso para establecer lo aspiracional, cómo debe y debía ser una mujer”, dice el sociólogo y antropólogo, Daniel Hernández. Entonces, por qué los niños y jóvenes del mundo entre 7 y 15 años, los que soñaban con vivir en una casa de paredes rosas e ir a un día de campo perfecto con Barbie, Ken y una pequeña Kelly en los brazos, ahora juegan a tomar el té en un panteón con seres muertos de piel azulada. Aunque suene a dicho de mi abuela, yo, por ejemplo, en mis tiempos quería ser Goku, tener súper poderes, teletransportarme, fusionarme, buscar las esferas del dragón, pero jamás ser una criatura muerta.
Así que fui a la boca del lobo, quién mejor para entender al naciente amor por los seres de la noche, que un especialista en vampirismo, Carlos Camaleón, escritor, músico, pintor, artista conceptual y fanático y especialista en estos seres primos segundos de Batman, quien también tiene una opinión sobre el fenómeno que trae vueltas locas a las niñas:

“A partir de los 90 empezamos a mezclar los conceptos entre lo bello y lo grotesco y no es porque vaya a cambiar el mundo sino que las formas de representarlo se transforman, por ejemplo antes era mucho si se decía en los Polivoces 'menso', ahora puedes dar una mentada de madre y no pasa nada. Estamos frente a un cambio generacional, la Barbie ahora es un artículo risible, las niñas ya no quieren serlo, ellas quieren algo más. El ideal estético de las niñas cambió, ya no quieren ser amas de casa, quieren trabajar, ser libres, fuertes y por qué no... hasta monstruos inmortales. Es una unión de lo que se consideraba raro. Están diciendo 'Vamos a unirnos porque somos diferentes'”.
Fue entonces cuando comprendí el por qué de la felicidad, el gusto y la emoción con las que las madres de las niñas del club de fans de Monster High me contaban la historia de Abbey Bominable, otro de los personajes estudiantes de intercambio que hay en el Instituto Monster High, es la hija del hombre de las nieves, mejor conocido como El Yeti, o el entusiasmo con la que Margarita López, mamá de Claudia Valeria interrumpía a su hija para sacar del bolso gigante que llevaron al Parque Hundido a la señorita Abbey y enseguida presumirme la historia casi atropellando las palabras de su pequeña de 14 años, no sin antes de que Nancy Rojas y Ana María Vilchis, las otras dos madres que nos acompañaron vieran a la monstrua de las nieves y preguntaran apresuradas dónde la había conseguido.
Eran tres madres con doctorado en Monster High, mientras las cuatro niñas hacían el shooting, las mamás coincidieron al sostener cada una algún par de personajes, mirarlas de pies a cabeza, sentirlas y confesar: “Estas muñecas son fantásticas”. “Por qué habría de preocuparme que a mi hija le gusten las cosas góticas, al contrario, su curiosidad se desarrolló, a sus 11 años ya ha leído todos los cuentos de estos monstruos —y apresurada sacó una carpeta del bolso—, hasta dibuja y crea personajes”, me dijo Ana María, una  madre orgullosa porque su hija acababa de recibir un Diploma en Asuntos Monstruosos.
La carpeta de dibujos de Angie podría pasar sin titubear a la final de un concurso de artes plásticas. ¿Lo mejor? la segunda página del portafolios era el boceto de una muñeca con una enorme cola de caballo color negro, de piel del color de la nieve, con el rimel corrido hasta las mejillas, un pequeño sombrero en forma de telaraña en la cabeza, alas en los pies, un corsé azul que casi simulaba haber sido tejido, y porque todas las Monster High lo tienen... la mascota de ésta era un perro xoloitzcuintle al que Angie nombró “Chulo Escuincle”, y en la esquina superior derecha estaba el nombre con el que Angie bautizó a su prototipo de muñeca, “Emiliana Malitzin”, un personaje mexicano creado en la mente de una niña de once años que —sin dudarlo— podría estar en el departamento creativo de Mattel.

Por eso es que el escritor y especialista en vampiros, Carlos Camaleón, habla de lo diferente y extraño, ahora ya como una herramienta de mercadotécnica: “Que los niños y jóvenes estén buscando identidad no tiene nada de preocupante, lo único que podría serlo es que los padres no estén hablando con sus hijos, ante cualquier problema no debemos imaginar ni presuponer, sino hablar con ellos y preguntar por qué le gusta una muñeca zombi, leer lo que le gusta leer y ver lo que le gusta ver. En mi caso yo supe de las muñecas porque una señora se acercó a nosotros a preguntar por mis libros, y me contó que a ella le gusta la cultura de los vampiros porque su hija es fan de Monster High y Crepúsculo. La niña la fue empapando con esto, no sólo lee los libros, se disfraza y caracteriza”.



No estamos muertos
Llámese zombi, vampiro, momia, algo de lo común con esta serie de juguetes góticos es el hecho de que están muertos, de alguna u otra forma, murieron y algunos de ellos regresaron a la vida. Por eso es que los especialistas no ven a la muñeca Monster como otra simple rival de Barbie. “No estoy tan seguro de que nuestros niños y jóvenes quieran ser muertos, lo único preocupante es el olvido en el que están siendo dejados, lo que hay que estudiar son sus patrones de consumo dentro de este momento de juventud casi contestatario y entonces sí tal vez hasta podamos encontrar una forma de muerte social en vida”, explica Daniel Hernández.
No sólo la taquillera saga Crepúsculo deja claro el éxito de los seres nocturnos, nuestra propia ciudad se infestó de 9 mil 806 seres de esta especie el pasado 26 de noviembre desbancando a Australia del Récord Guinness con mayor gente vestida de zombi. Por qué casi diez mil personas —la mayoría jóvenes— salieron al Monumento a la Revolución como si quisieran volver a grabar  Thriller del difunto Rey del Pop.

“Los niños no están diciendo que estén muertos, al contrario, la característica principal entre todos estos monstruos, zombi, vampiros, etc., son seres que regresan de la muerte y además se pretenden inmortales. Por ejemplo, la ciencia nos trajo a Frankenstein de vuelta a la vida y los zombies son seres que retornan.  Si tendríamos que hablar de muerte sólo podríamos hablar de matar a un yo antiguo para encontrar tu propia identidad”, expone el escritor Carlos Camaleón.

La nueva mujer
Hazel, Angie, Claudia y Shary, las cuatro niñas que llegaron a la entrevista en el Parque Hundido, no aparentaban ni la más mínima impresión gótica en su vestir, pensar y reir, al contrario, mientras Ghoulia Yelps y la hija de Frankenstein desfilaban a sus pies y posaban su mejor ángulo sangriento hacia la cámara, las cuatro niñas de 11 y 14 años concluyeron: “Nuestras Barbies llevan un año guardadas”.  Los especialistas dicen que una de las consecuencias sociológicas que destapa este repentino éxito es la proyección de un nuevo modelo de mujer, no necesariamente gótica, pero sí una más fuerte.
Sí, tal vez la serie Monster High no se levante a mitad de la noche ni cobre vida cual Chucky región ocho, pero el antropólogo e investigador, Daniel Hernández coincide en que éstas no son muñecas inofensivas, al contrario encarnan ideales de nuevos modelos de mujer. “Las Monster High son la antitesis de la Barbie. Es una propuesta transgresora de ese cuerpo perfecto, aquel que no tenía ni siquiera un raspón. Este es un cuerpo que desde la perspectiva mercadotécnica da la impresión de haber sido proscrito por décadas. Antes no había nada más espeluznante que la muestra de una mujer barbada”, por eso el especialista enfatiza que estas monstruas son sólo un síntoma de la búsqueda de identidad y las prácticas de consumo. Por eso es que los mercadológos están muy atentos a lo que los antropólogos y sociólogos están haciendo, “nuestros lectores más asiduos no son nuestros colegas sino los mercadólogos, si le preguntaras a Peña Nieto qué potencial de conocimiento tiene un antropólogo o historiador, no tendría la más remota idea. Pero si le preguntamos a un mercadólogo —de American Express, por ejemplo— si él contrataría un antropólogo, te contestaría de inmediato: ‘Pero por supuesto, porque me diría cómo consume la sociedad’”, concluye Hernández.

Pues bien, estos mismos estudios de consumo arrojan que ahora los hombres entre 18 y 34 años pasan más tiempo al día jugando videojuegos que los chicos entre 12 y 17. Sí, como en el mejor cuento de terror, las cifras son escalofriantes, mientras los hombres maduros están jugando a matar zombis en su Ipad y Play Station, las adolescentes y niñas sueñan con despertar siendo zombis.

Al final del día, así fue como la reina de los concursos de belleza, la que sólo puede ser maestra, doctora, veterinaria, estilista, modelo, no fue invitada a la reunión de fans de su nueva vecina en las jugueterías, la muñeca inspirada en una sex doll de los 50 tendrá que subirse al ring de nuevo porque las campanadas ya anunciaron la medianoche, hace un frío de sombrero de bruja, la hija de Frankenstein sigue invadiendo aparadores y desde hace unas semanas, a través de Mattel, todas las estudiantes del colegio Monster High, aquellas que se están cotizando en el mercado informal hasta en 1,200 pesos por pieza, amenazaron con traer un gran lote de nuevas amigas a principios de febrero, quieren meterse a la casa de Barbie y, quién sabe, hasta jugar con Ken.

KENIA RIVERA  es colaboradora de “Cosmopolitan México”. Una vez incendió una Barbie por accidente y decidió ver su travesura inconsciente como una instalación de arte contemporáneo, por lo que aprovechó para tomarle fotos.

publicado originalmente aqui

http://www.domingoeluniversal.mx/historias/detalle/Mi+hija+quiere+ser+una+monster-314




sábado, 1 de octubre de 2011

Al mes, 80 solicitudes de exorcismo en el DF



En el Distrito Federal se registran por lo menos 80 solicitudes al mes de personas que padecen algún tipo de malestar causado sobre todo por inmiscuirse en la brujería, “terreno del maligno”, afirmó el padre Pedro Mendoza, coordinador general de exorcistas de la Arquidiócesis de México.
Por otra parte, Sante Babolin, exorcista italiano, señaló que a nivel mundial, sólo dos de cada 100 casos son “posesiones demoniacas” y requieren un exorcismo.
“Cuando se habla del demonio se necesita tener en cuenta la realidad de que el amigo del hombre es Jesucristo y el enemigo es Satanás. El hombre tiene que enfrentarse con sus enemigos. Si Dios nos salvó con su sangre y todos tenemos un destino de gloria, pero no podemos conseguir este destino sin vencer la batalla contra nuestros enemigos”, señaló Babolin.
El coordinador Pedro Mendoza dijo que aunque no se tienen estadísticas a nivel nacional, cada semana se reciben al menos veinte solicitudes para el tratamiento de enfermedades espirituales en el Distrito Federal.
Durante los once años que ha funcionado la oficina de exorcismos de la Arquidiócesis de México, no se ha detectado ningún caso de posesión demoniaca. “Se atribuye a que tenemos la protección de la virgen de Guadalupe. La santísima no permite que seamos poseídos porque está en el corazón de los mexicanos”, dijo Mendoza.
Sin embargo, aseguró que la fe guadalupana “no nos libera de lo que nosotros hacemos y por andarnos metiendo en brujería, prácticas esotéricas y adivinaciones, nos estamos metiendo en terreno del maligno; esto es lo que provoca que haya mucha gente dañada. Recibo más de 15 llamadas de personas pidiendo que se les atienda porque están sufriendo por falta de fe o porque argumentan que les hicieron un maleficio”.
En conferencia de prensa, informaron que los jóvenes son los más vulnerables a padecer algún tipo de malestar espiritual e incluso “posesiones diabólicas”. Babolin explicó que en Italia ha atendido a 12 personas que requieren un exorcismo y cuya terapia incluye también atención psiquiátrica y el tratamiento puede ir de meses a tres años.
“La respuesta contra el maligno que estamos adoptando es articulada, muy compleja, que incluye la tarea de un psicólogo, pedagogo y el psiquiatra, e incluso hay un especialista para los jóvenes, sobre todo los adolescentes. Tenemos un complejo de problemas que debemos enfrentar de manera colegiada”, afirmó el exorcista italiano.
El especialista aseguró que un exorcismo tampoco es un acto de magia y no sucede como en las películas, pues este tipo de ritual es una pelea entre el exorcista y el diablo, que es una entidad que no se ve, aunque “me habla a través de la persona”.
Babolin señaló que a diferencia de las palículas de terror donde la persona poseída se comporta de manera dramática que parece tener fuerzas sobrehumanas, en la realidad el signo de la posesión es que “la persona percibe no tener su cuerpo”.
Después de un diagnóstico integral y de los casos que ha atendido a lo largo de Italia, “sólo dos personas de cada 100 que declaran malestares piden ayuda, tienen la necesidad de un exorcismo, aunque los otros también sufren y necesitan ayuda y ésta se consigue con la cercanía a Jesús”.
El psiquiatra Carmelo Miola y la especialista en jóvenes Mónica Lazzareto forman parte del equipo médico, mientras que Babolin atiende a las personas en la parte espiritual, “va junta la medicina y la oración, pero si esto no resulta, ofrezco un camino de catequesis porque frecuentemente la persona no está bien evangelizada y el camino se termina con un rito de liberación, aproximadamente 80 por ciento de las personas que concluyen esta atención sale sanada. Para el resto que no responde a la liberación tengo que empezar con los exorcismos”, dijo Babolin.
Además, explicó que los jóvenes son los más vulnerables porque ellos tienden a desvincularse de la familia, tienen problemas por el trabajo o no encuentran sentido a su vida, “hoy en día el joven tiene mucha dificultad de proyectar su futuro”.
“Quienes tienen más problemas no son los adolescentes, sino los adultos de los 14 a los 35 años los jóvenes pasan por el proceso de independencia y es ahí donde las enfermedades espirituales y psiquiatritas pueden atacar a las personas. Por eso es importante el tratamiento físico, emocional y espiritual”, precisó el psiquiatra Carmelo Miola. 


México • Nayeli Roldán

jueves, 29 de septiembre de 2011

La oración de Jesús Malverde



Al mediodía un creyente de la Santa Muerte se acerca al altar de la colonia Doctores. Prende un cigarrillo para ofrecérselo a "la flaquita". Lo coloca a sus pies, toca la vitrina y vuelve a persignarse. Se detiene a contemplar al acompañante de su Niña Blanca, en el altar aledaño, que lo tiene intrigado". ¿Y quién es ese?", pregunta.
"Jesús Malverde, el santo de los narcos", le responden. Observa al maniquí vestido con sombrero y camisa vaqueros, chamarra de borrega, y una gran hebilla de oro en forma de pistola en la figura de cuerpo completo.
Mira el anillo de oro con una piedra roja que ahorca el paliacate cruzado por su cuello. Mira también la cadena que pende del cuello del santo.
Se vuelve a ver a la Santa Muerte y le dice: "permiso". Luego, dubitativo, se ubica al frente de Malverde, lo toca con la punta de dos dedos y se persigna. "Pues si ya está aquí, hay que rezarle, ¿no?", explica.
El mito de Jesús Malverde nace en Sinaloa alimentado por el imaginario colectivo. Un ladrón que robaba a los ricos para darles a los pobres. El Robin Hood sinaloense que supuestamente murió colgado después de ser capturado por “rurales” el 3 de mayo de 1909. De ahí que en la actualidad todos los días 3 de mes se recen rosarios en su honor.
Las historias de su origen son muy variadas y se contradicen.
Una de las versiones sostiene que Jesús Malverde nació en el estado de Jalisco y cuando aún era niño sus padres lo llevaron a Sinaloa; otra explicación sustenta que nació en Mocorito, muy cerca de Culiacán.
Su nombre también tiene un origen turbio, ya que según algunas versiones, el santo de los narcos nació bajo el nombre de Jesús Juárez Maso el 24 de diciembre de 1870 y adquirió el mote de Malverde porque después de cometer sus asaltos se escondía en el monte, "en lo verde". Como para unos actuaba perversamente, lo nombraron "Mal-Verde".
Pero también existe la teoría del complot. Según esta versión, es una figura creada por quien gobernaba en ese tiempo las tierras que hoy son sinaloenses, esto como mero pretexto para perseguir a cualquier oponente de los personajes prominentes de la región.

Jonathan Pardiñas y Dorothée Delacroix

lunes, 19 de septiembre de 2011

nightmare


imagen por liransz

jueves, 15 de septiembre de 2011

San Pancho Villa, protector de zapatistas



Doroteo Arango es recordado en los libros de historia de México como uno de los protagonistas de la Revolución; pero para los habitantes del noreste del país y de una zona específica de Texas representa una imagen idolatrada.

Zapata, Texas. Aunque este pueblo de Estados Unidos lleva como nombre el apellido del Caudillo del Sur, el revolucionario mexicano más conocido aquí es Pancho Villa, a cuyo espíritu la gente cuando se encuentra en apuros, le reza tres Padres Nuestros y tres Aves Marías, después de una oración especial dedicada a él:
“Querido hermano,
tú que supiste vencer
a tus más fieros enemigos,
haz que triunfe en mis más difíciles
empresas.
Me socorras en mi negocio y penalidades;
a ti invoco de todo corazón,
así pues, te sirvas darme valor,
tú que fuiste guía de los desamparados y sufridos,
dadme tu pensamiento y tu osadía.
Así sea”.

En Zapata, Texas, los creyentes en el poder milagroso de Pancho Villa cuentan con ésta oración impresa en papiros y pergaminos, con escapularios, con velas y con agua de colonia para rendirle culto, tal y como lo hacen con otros santos de la iglesia católica. La fe hacia el héroe nacional mexicano recorre más pueblos y ciudades texanas, pero es en México donde el espiritismo es visto cada vez con menor rareza.
“Cuando empecé a hacer las figuras de la santa Muerte, la gente me pidió que hiciera también de Pancho Villa porque según que era más milagroso y que también los ayudaba mucho en lo que les pedían”, comenta Margarita Elizondo, artesana de Díaz Ordaz, un municipio de Tamaulipas que se encuentra entre Reynosa y Nuevo Laredo.
Margarita hace con sus manos delgadas y largas unas figuras de Pancho Villa que miden 2 metros de altura y pesan 800 kilogramos. Para erigirlas usa cemento, varilla y yeso. Una vez acabadas las ofrece a la orilla de la carretera en 2 mil 500 pesos. En los últimos meses, según cuenta, los Pancho Villa se venden más que la Santa Muerte.
“Parece que es porque han llegado muchos soldados y mucho Ejército y aquí eso no gusta tanto, usted sabe, y como se dice que Villa protege a la gente de los soldados, pues parece que por eso se está vendiendo tanto”.
Desde el inicio del mandato de Felipe Calderón la franja que va de Reynosa a Nuevo Laredo se ha convertido en uno de los principales frentes de la guerra declarada por el gobierno contra el crimen organizado.
Estampitas con la imagen de la Santa Muerte y altares en honor de ella son encontrados comúnmente por los federales al allanar casas particulares y de seguridad que usan los narcotraficantes.
Las imágenes de Pancho Villa, aunque en menor medida, también suelen aparecer
Así como algunos profesionistas, obreros y empresarios lo hacen, la mafia de esta región del noreste del país, se encomienda a ambos. De hecho, algunas de las recientes mantas con mensajes del narco, han sido colocadas en estatuas públicas de Pancho Villa o plazas que llevan su nombre.
Ella no es devota del bandolero que se convirtió en general de la Revolución de 1910. Margarita empezó a crear figuras de él para ganarse la vida, luego de divorciarse hace 5 años. Pero aunque no es devota de Villa dice que le consta que éste es milagroso porque varios conocidos le han contado los que les ha realizado y porque “los libros también dicen”.
Francisco Villa —quien en realidad se llamaba Doroteo Arango— fue asesinado el 20 de julio de 1923 en una emboscada en la que recibió 47 balazos.
El origen del espiritismo en torno a él es atribuido en algunos estudios al hecho de que el cuerpo de Villa desapareció de su tumba en Parral, Chihuahua. “Lo que se dice es que anda por aquí ayudando a la gente que se lo pide. Que se salió de su tumba para ayudar”, explica Margarita.
De acuerdo con investigaciones históricas, la desaparición del cuerpo se debió a una profanación hecha por militares mexicanos que habrían vendido la cabeza del revolucionario al gobierno de los Estados Unidos.




Incluso, el año pasado un grupo de estudiantes mexicoamericanos pidió que el gobierno de nuestro país reclamara a los Estados Unidos la devolución de la cabeza de Villa, la cual, según sus propias indagaciones, formaría parte de la colección de cráneos de la sociedad Skull and Bones de Yale.
Uno de los clientes que le compran figuras de Pancho Villa a Margarita es un joven treintañero de Monterrey que se fue hace cuatro años a Nuevo Laredo a poner un negocio. Pide que se le identifique solamente como Andrés y se asume como un espiritista que se encarga de asesorar a la gente en el culto a la Santa Muerte y a Pancho Villa.

“Lo que yo hago es muy sencillo. Hay personas que tienen algún problema, como un familiar en la cárcel o tuvieron algún accidente, o algún problema con la ley, y quieren salir adelante, entonces lo que yo hago es comentarles los rezos y las ofrendas que se pueden hacer por ellos y por sus familiares, y después de que aceptan yo me ofrezco a hacérselos”, explica.
La entrevista con Andrés fue en un pequeño camposanto dedicado a la Santa Muerte, justo en la entrada a Nuevo Laredo.
Existen por lo menos una docena de ritos que practica Andrés con la figura de Pancho Villa y por los cuales cobra entre mil y 2 mil pesos. No revela en qué consisten estos porque asegura que después pueden dejar de ser milagrosos en cuanto empiezan a ser divulgados. El único del que habla es el de la copa de tequila que se coloca frente a una vela y a una imagen del Centauro del Norte, como se conoció a Villa. Después de colocar el pequeño altar, el creyente debe hacer la petición. Si Villa se bebe el tequila de la copa, la petición se concederá.
Lo que parece no conocer es la razón por la cual hay que dejarle una copa de tequila como ofrenda, sobretodo cuando investigaciones biográficas como la hecha por Paco Ignacio Taibo II, revelan que a “San Pancho Villa” no le gustaba el alcohol. 


Diego Enrique Osorno

martes, 13 de septiembre de 2011

Horror



Imagenes por Denis Voronin

lunes, 12 de septiembre de 2011

fury



imagen por Andrew Burdin

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El hada de Guadalajara y las reliquias de Juan Pablo II

 La supuesta hada, encontrada el pasado seis de agosto en Guadalajara, congregó a miles de personas hasta que se descubrió que era un pequeño juguete. Foto: Luis Fernando Moreno/ Notimex
DEL CATOLICISMO AL POLITEÍSMO
En el segundo punto de los Sentimientos de la Nación José María Morelos reafirmaba “la religion católica como única aceptada sin tolerancia de otra”. Dos siglos después, en la información de su Facebook, el ex cantante del recientemente disuelto grupo musical Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio dice que su religión es “el amor”, la “toltequidad” y el “sufismo”, aunque de éstas solamente la última podría considerarse propiamente una religión. Por supuesto, Roco es libre de creer y de practicar los cultos o ritos de su preferencia, incluso si son de su invención o carecen de personalidad jurídica —como el de la Iglesia Católica Apostólica Tradicional Mexicana Estadounidense, mejor conocida como de la Santa Muerte—, con la excepción, a menos que afrontara las consecuencias, de aquellos que sean considerados asociaciones criminales (como los narcosatánicos asesinos).
La Ley de Libertad de Cultos fue promulgada por el gobierno del presidente liberal Benito Juárez el cuatro de diciembre de 1860, como parte de las Leyes de Reforma, en un paso más hacia la modernización del país y contra el poder enorme del conservadurismo y la Iglesia católica, que con el auxilio de la Santa Inquisición desde la época colonial y hasta entonces había detentado de manera férrea el monopolio de las almas y gran parte del poder económico y político. No obstante que desde 1859 el gobierno juarista había decretado la prohibición a los funcionarios públicos de asistir a actividades de la Iglesia o de rendir pleitesía a sus jerarcas, en los últimos años hemos visto actos oficiales de presidentes y altos funcionarios, sobre todo panistas, como Vicente Fox, Felipe Calderón y el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, que no ocultan su devoción a los jerarcas del catolicismo mundial y nacional. En Guadalajara aún resuena la mentada de madre que profirió en abril de 2008 el gobernador, con varios tequilas entre pecho y espalda y ante el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, a los ciudadanos que mostraban su desacuerdo con la intención de donar 30 millones de pesos para la construcción del Santuario de los Mártires (de la Cristiada). Ante las protestas de un sector de la población el propio cardenal decidió rechazar la limosna. No obstante, el gobernador, ferviente católico que convocaba a sus colaboradores más cercanos para estudiar la Biblia en la Casa Jalisco (de Gobierno), organizó en julio pasado un homenaje al cardenal por ser un “jalisciense ejemplar”, haciéndolo pasar como un reconocimiento del pueblo jalisciense, tradicionalmente católico. Solamente asistieron unos pocos cientos de personas de las miles que esperaban.
MÁRTIRES, BEATOS Y APÓSTOLES
Jalisco fue uno de los estados donde estalló el movimiento armado de los cristeros —de 1926 a 1929— contra el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles y sus leyes que, entre otras fuertes restricciones, privaban a la Iglesia católica de personalidad jurídica. El Santuario de los Mártires de Cristo, al que González Márquez quería regalar los 30 millones, está en construcción en la cima de un cerro en las orillas de Guadalajara y estará dedicado a la memoria de unos 40 religiosos que murieron durante el conflicto armado, en su mayoría oriundos del estado y beatificados o canonizados por el Vaticano. A pesar de ser una entidad en la que 92 por ciento de la población es católica —contra 83.9 en el país— según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Jalisco es sede de una de las iglesias con mayor crecimiento e influencia política: la Iglesia del Dios Vivo Columna y Apoyo de la Verdad “La Luz del Mundo”, A. R., fundada en 1926 por Eusebio Joaquín González, nativo de Colotlán, Jalisco, y que dice contar con más de cinco millones de fieles en el planeta (www.lldm.org). A la Santa Convocación y Santa Cena anual en La Hermosa Provincia de La Luz del Mundo, dirigida por Samuel Joaquín Flores —hijo del fundador y quien se considera Apóstol de Jesucristo—, asistieron del ocho al 15 de agosto más de 300 mil delegados provenientes de 40 países. Como distintos jerarcas de la Iglesia católica, Samuel Joaquín también ha sido acusado de violaciones sexuales y de malversar los fondos de la Iglesia para construirse un lujoso rancho en San Antonio, Texas, donde, al igual que Jorge Hank Rhon, tiene ejemplares de animales exóticos. También, como pasa en la Iglesia católica, en “La Luz del Mundo” hay acusaciones de pederastia, crímenes y anomalías de diversa índole.

CATÓLICOS, A LA BAJA
En Jalisco la devoción por la Virgen de Zapopan, también conocida como La Generala, reúne a dos millones de fieles en la romería del 12 de octubre, en la que éstos acompañan a la Virgen en su regreso a casa, la Basílica de Zapopan, luego de peregrinar durante el año por diferentes recintos. Patrona de Guadalajara contra tempestades, rayos y epidemias, La Señora de Zapopan es más popular que la Virgen de Guadalupe y, al contrario que ésta, no le da por aparecerse en muros humedecidos ni en estaciones del Metro ni en mohosas rebanadas de pan (aunque ahora, nuevo padre de la patria, el “presidente legítimo” Andrés Manuel López Obrador se apropió del nombre con que también se conoce a la Guadalupana y bautizó con el acrónimo de “Morena” a su Movimiento de Regeneración Nacional). A pesar de los esfuerzos de los jerarcas, la religión católica ha sufrido un descenso en el número de fieles en todo el país desde 1950. El crecimiento de la población católica entre 1990 y 2000 fue de 1.7 por ciento, en tanto que el de no católicos fue de 3.7, y las tendencias actuales siguen un patrón parecido. En estados como Chiapas, Tabasco y Campeche se ha incrementado el número de protestantes evangélicos, mormones, adventistas y testigos de Jehová.
Desde el 25 de agosto y hasta diciembre las reliquias de Juan Pablo II, custodiadas por la Secretaría de Seguridad Pública, recorren las diócesis del país en un intento por atraer la atención de la feligresía y quizá captar nuevos fieles, tal lo expresó Víctor René Rodríguez Gómez, obispo auxiliar de Texcoco y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) al invitar a los católicos y a los que no comparten esta fe “a unirse en los grandes valores: paz, dignidad humana, familia, diálogo, unidad, que proclamó en su vida y su discurso el beato Juan Pablo II”. Así, unas gotas de sangre, una figura de cera, un solideo y otras prendas personales son hoy objeto de veneración.
En su sitio, la CEM informa: “La Iglesia reconoce tres tipos de reliquias: de primer grado, son las que pertenecen directamente al santo (sangre, osamenta, etc.); de segundo grado aquellos objetos que pertenecieron o tocó el santo en vida, y de tercer grado aquellos elementos que tocan reliquias de primer grado. De esta manera, esperamos reliquias de primer grado ya que es una gota de su sangre resguardada en un ámpula, expuesta para venerar. También acompañarán algunas reliquias de segundo grado” (www.cem.org.mx). Pero sólo un milagro del nuevo santo logrará hacer que se incrementen las mermadas cifras de los católicos mexicanos, pues, como afirma Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, las reliquias son un mensaje “de magia” que no le llega a los jóvenes —con otras preocupaciones—, sino a personas mayores de 50 años.

ENTRE LA FE Y LA FANTASÍA
En Argentina, el futbolista Diego Armando Maradona tiene su propia Iglesia, aunque debe reconocerse el carácter paródico y juguetón de ésta, que entre sus principios tiene el de respetar a todas las demás creencias religiosas, algo que no puede decirse de otros credos propensos a la intolerancia, la exclusión y hasta el exterminio de quienes creen en otras deidades. Religiones hay miles, algunas milenarias y muchas otras de reciente cuño, pero apenas una veintena de ellas son las que más adeptos tienen, como el cristianismo (entre católicos, protestantes, anglicanos, ortodoxos y evangelistas), con aproximadamente dos mil 153 millones, y el Islam, con mil 322 millones, según el World Christian Database (www.worldchristiandatabase.org). Los hinduistas suman 870 millones, las distintas variantes del neopaganismo cuentan un millón, y el rastafarianismo y la cienciología con medio millón cada una, más o menos, sin dejar a un lado los 55 mil seguidores de Rael, francés fundador de una secta que cree en dioses extraterrestres, así como los pocos cientos que creyeron en Jim Jones y su Templo del Pueblo, que se suicidaron en Guyana en 1978, o los también 39 suicidas de la secta Heaven’s Gate que se fueron tras la cauda del cometa Hale-Bopp en 1997. Unos 722 millones de personas, gracias a Dios, no tienen religión.
Hace unas semanas el monero Falcón publicó un cartón en el diario MILENIO Jalisco donde ironizaba sobre un comentario del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien se refería a los crédulos pobladores que formaron largas colas para ver a una supuesta hada que había sido encontrada en un barrio popular de Guadalajara; el jerarca aparecía rodeado de santos, vírgenes y ángeles. Poco faltó para que el hada inaugurara una nueva confesión, de no ser porque el engaño se descubrió demasiado pronto. ¿Habría sido esto posible?
Como los dragones, ogros, brujas, vampiros, hombres lobo y duendes, las hadas comparten antiguos orígenes míticos, que más tarde serían retomados y recreados por autores como Charles Perrault, Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm, entre muchos más. Mircea Eliade, historiador de las religiones, escribió: “Todo ser humano desea experimentar ciertas vivencias de situaciones peligrosas, enfrentarse a tribulaciones excepcionales, penetrar en el otro mundo; todo ello puede experimentarse leyendo u oyendo cuentos de hadas”.
Los miles de tapatíos que en la segunda semana de agosto fueron a ver el hada que se encontró José de la Luz, Pepe, de la colonia San José Río Verde, en un guayabo —jeje—, y que pagaron entre cinco y 20 pesos por echarle un vistazo —y comprar fotos o videos—, no fueron los primeros en caer en un engaño tan burdo. La noticia, ampliamente divulgada por los medios locales y nacionales, informaba de que Pepe vio entre las ramas del árbol un pequeño objeto brillante que volaba, atrapándolo en el acto. Vio que se trataba de un hada de apenas tres centímetros y que en la captura le rompió un pie, causándole la muerte, por lo que en su casa decidió meterla en un recipiente con formol para después colocarla en una pecera con luces de colores. La madre de Pepe fue la primera en creer que se trataba de un hada real y pronto se corrió la voz entre el vecindario y más allá de sus linderos.
El hada, pronto se descubrió, era un pequeño juguete de plástico que caracteriza al personaje de Pixie, o Megan Gwynn, del cómic de los X-Men. La investigadora Celina Vázquez, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, dijo al diario El Informador que una posible explicación a la reacción de la gente puede encontrarse en el hartazgo ante una situación de inseguridad y violencia generalizada, además de que “las creencias en situaciones milagrosas surgen con más énfasis en grupos sociales donde se acentúan las carencias y la falta de expectativas en su horizonte de vida”. Cabría añadir que sus propias creencias quizá ya no satisfacen sus necesidades espirituales y cualquier hecho insólito es capaz de despertar en ellos fantasías y esperanzas. Por eso mismo es que proliferan las tiendas que venden figuras de hadas, duendes y ángeles con supuestas propiedades mágicas o milagrosas y a los que sus dueños confían anhelos y sueños —de la misma manera en que jóvenes skaters y darkies cargan sus muñecos, “trolls”, con los que hablan y a los que miman como si estuvieran vivos.

En 1917 dos niñas inglesas urdieron un engaño que se volvió célebre, sobre todo porque fueron capaces de hacerlo con imaginación y creatividad. Elsie Wright, de 16 años, y Frances Griffiths, de 10, tomaron varias sesiones de fotografías en el riachuelo y el bosque de Cottingley, cerca de Bradford, unas horas al norte de Londres. Elsie, una chica talentosa, estudiaba arte y trabajaba en un laboratorio fotográfico, tomó las fotos con su prima Frances, las cuales, al ser reveladas, mostraban imágenes de hadas revoloteando alrededor de ellas. El mismísimo Arthur Conan Doyle, el célebre autor de la saga de Sherlock Holmes, se interesó en el caso, pues era aficionado al espiritismo. En 1920 Doyle publicó en la revista Strand un reportaje sobre el caso, cambiando el lugar y los nombres de los protagonistas, pero un reportero de otra revista descubrió la verdad y desde entonces la historia de las chicas dio la vuelta al mundo y hordas de curiosos fueron al pueblo a tratar de cazar un ejemplar de estos fascinantes y pequeños personajes.
En una entrevista de 1982 Elsie declaró: “Nunca pensé que fuera un fraude, sólo éramos dos chicas divirtiéndonos un poco, y al día de hoy no puedo entender cómo les pudimos engañar, querían que les engañáramos”. La historia parece terminar con la subasta que se llevó a cabo en 2006 en la London’s Knightsbridge, donde una persona que guardó el anonimato compró los negativos de vidrio originales de esas fotos por seis mil libras. En cuanto a Conan Doyle, que escribió a propósito un libro llamado The Coming of Fairies (La llegada de las hadas), publicado en 1922, puede decirse que era tan crédulo e ingenuo como los visitantes del hada de Guadalajara; miembro de la Sociedad Teosófica —la de Madame Blavatsky—, Doyle creía a tal grado en los espíritus que su amigo Harry Houdini, el famoso escapista, llegó a mofarse de él.
A estas alturas ya nada debería sorprendernos, sobre todo cuando leemos noticias como la de que los mexicanos confían “demasiado en la fe y muy poco en la ciencia”, de acuerdo con la reciente Encuesta sobre la percepción pública de la ciencia y la tecnología en México realizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el INEGI. “La mitad de los mexicanos”, dice, “considera que los científicos son peligrosos para el país. Por ello, ante la presencia de enfermedades que la ciencia no reconoce, más de una tercera parte de la población dice que hay otros medios adecuados, como las limpias, la homeopatía y la acupuntura”. Y los dioses, las vírgenes, los santos, los extraterrestres, las hadas...

Rogelio Villarreal

lunes, 5 de septiembre de 2011

Hostigan a conocida empresaria de Tenosique con fetiches de brujería


Personas extrañas o brujos dedicados a la maldad a través del vudú por tercera ocasión han tratado de intimidar con hacerle daños y desearle la muerte a la comerciante del súper abarrotes “Casa Sarahi”.

La comerciante Marlene Maldonado Juárez este día al abrir la puerta de la entrada de su domicilio se encontró por tercera vez con un hallazgo, en el interior de una caja de cartón observó que se hallaba un ataúd negro fabricado con cartoncillo y con la copia de la fotografía de su credencial de elector.

A su vez también dos coronas de papel pequeñas, con flores que adornaban la cabecera de dicho ataúd, a su alrededor cuatro cirios hechos de cartón y dos cruz en los pies de dicho sarcófago y cenizas negras tiradas adentro.

La acosada explicó que ésta es la tercera vez que se encuentra con “porquerías” de magia negra en la puerta de la entrada de su domicilio, ubicado en la calle 25 a unos pasos del parque infantil del Usumacinta, la primera vez fue una bolsa de naylon con tierra negra, la segunda ocasión fue un muñeco negro con alfileres clavados en todo el cuerpo.

Y en esta ocasión el ataúd, con estas prácticas de brujerías han estado queriéndola intimidar desde hace tiempo, por lo que interpondrá su demanda ya que el velador que se encontraba de guardia logró anotar el número de las placas y el tipo del vehículo que llegó a tirar esta vez dicho maleficio.

Por lo que ya se encuentran identificadas las personas que le están tratando de hacer mal y tendrán que acudir a rendir su declaración y tendrán que confesar quién o quiénes le están pagando para hacerle perjuicio, ya que ella es una madre que trabaja para darle una buena educación a su hija y ayuda a quien menos tiene.