Kusanagi-no-tsurugi es una espada legendaria japonesa tan importante para la Historia de Japón como Excalibur para la Historia de Gran Bretaña. Su nombre real es Ame no Murakumo no Tsurugi , «Espada del cielo de las nubes en racimo») pero es más conocida como Kusanagi («cortadora de hierba», o más probablemente «espada de (la) serpiente»). También se puede llamar Tsumugari no Tachi . La Kusanagi real seguramente se trate de una espada del estilo de la edad de bronce: corta, derecha y de doble filo; muy diferente de la más reciente katana, con un solo filo con forma curva. Puede ser empuñada con una o ambas manos.
La historia de Kusanagi se extiende hasta la leyenda. De acuerdo con el libro Kojiki, el dios japonés Susanoo se encontró con una familia afligida dirigida por Ashi na Zuchi de camino a la provincia de Izumo. Cuando Susanoo le preguntó a Ashi na Zuchi, le dijo que su familia estaba siendo devastada por la terrible serpiente de ocho cabezas de la provincia de Koshi, que consumió siete de las ocho hijas de la familia y que la criatura estaba yendo detrás de la octava, Kushinada. Susanoo se dispuso a investigar al monstruo, y tras un encuentro abortado, volvió con un plan para derrotarlo. A cambio, pidió la mano de Kushinada para casarse, lo cual se le concedió. La transformó temporalmente en un peine para tener su compañía en la batalla y detalló su plan.
Supervisó la preparación de ocho tinajas de sake que se deberían poner en plataformas individuales posicionadas detrás de una cerca con ocho puertas. La criatura mordió el anzuelo y pasó cada una de sus cabezas a través de las diferentes puertas. Aprovechando la distracción, Susanoo atacó y mató a la bestia. Decapitó cada cabeza y después continuó por las colas. En la cuarta cola, descubrió una espada grande dentró del cuerpo, a la que llamó Murakumo-no-Tsurugi y que presentó a la diosa Amaterasu para zanjar una vieja deuda.
Generaciones más tarde, bajo el reinado del XII emperador, Keikō, la espada fue dada al gran guerrero Yamato Takeru como parte de un par de regalos dados por su tía Yamato Hime, la doncella del santuario Ise, para proteger a su sobrino en tiempos de peligro.
Esos regalos vinieron bien cuando Yamato Takeru fue engañado para acudir a un campo abierto durante una expedición de caza de un señor de la guerra traidor. El susodicho tenía flechas ardientes para prender la hierba y atrapar a Yamato Takeru en el campo y que así se quemase hasta la muerte. También mató al caballo del guerrero para impedirle escapar. Desesperado, Yamato Takeru usó a Murakakumo no Tsurugui para cortar la hierba y apartar el combustible del fuego, pero al hacerlo, descubrió que la espada le permitía controlar el viento y moverlo en la dirección de su oscilación. Empleando la ventaja de esta magia, Yamato Takeru usó su otro regalo —los arpones de fuego— para hacer crecer al fuego en la dirección del tirano y sus hombres, y así controlar los vientos con la espada para dirigir las llamaradas hacia ellos. Al triunfar, Yamato Takeru renombró la espada como Kusanagi (cortadora de hierba) para conmemorar su trabajada victoria. Con el paso del tiempo, Yamato Takeru se casó y murió en una batalla contra un monstruo, después de ignorar el consejo de sus esposa de llevar a Kusanagi con él.
Aunque esta es la teoría más popular de cómo Kusanagi tomó su nombre, los investigadores están de acuerdo de que es seguramente falsa. En japonés antiguo, kusa significa espada y nagi significa serpiente. Así, una teoría alternativa es que Kusanagi significa "espada de la serpiente".
En tiempos históricos, el Emperador tenía una espada real con el nombre de Kusanagi. Sin embargo, en 688, fue llevada al santuario Atsuta desde el palacio, después de que la espada fuera culpada de ser la causante de la enfermedad del Emperador Tenmu. Junto con la joya Magatama y el espejo, es uno de los Tesoros Imperiales de Japón, la espada representando la virtud del valor.
A día de hoy, Kusanagi aún permanece en el santuario Atsuta, aunque no está expuesta al público. Existen diversas teorías sobre su estado actual:
Teoría Atsuta
Esta teoría sugiere que, de acuerdo con varios expedientes, nunca ha sido movida del santuario Atsuta y que continúa guardada en un lugar secreto. Se tiene constancia que durante el período Edo, un sacerdote de Shinto afirmó haber visto la espada. Según él mismo, la espada era de unos 84 centímetros de largo, con forma de cálamo aromático, en color blanco metálico, y en buen estado. Otro texto dice que dicho sacerdote murió de la maldición y el poder de la espada, pero ésta es seguramente una historia que fue extendida para enfatizar el poder y el carácter mítico de Kusanagi.
En tiempos recientes, la cadena de televisión japonesa NHK fue al santuario Atsuta para grabar imágenes de la espada. De cualquier manera, aunque no aceptaron enseñarla, no negaron que estuviera allí. Esta teoría afirma que la espada ha ido estropeándose con el tiempo y que está en mal estado.
Teoría de la réplica
Esta teoría sugiere que la actual Kusanagi es realmente una réplica de la original. Hay diferentes razones para afirmar esto.
Una de ellas es que en la batalla de Dan-no-ura, una batalla naval que culminó con la derrota de las fuerzas del clan Heike y del joven Emperador Antoku a manos de Minamoto no Yoshitsune, la espada se perdió en el mar. Al enterarse de la derrota de la Armada, la abuela del Emperador lo condujo junto a su séquito al suicidio, ahogándose en las aguas del estrecho junto a las insignias imperiales: la espada, la joya y el espejo. Y aunque las tropas de Minamoto consiguieron parar a un puñado de ellos y recuperar dos de los tres tesoros sagrados, se dijo que Kusanagi había sido perdida para siempre. De acuerdo con varios registros históricos, el X Emperador, Sujin, había ordenado la creación de una réplica de Kusanagi. Sin embargo, esta información sólo fue hecha pública después de que se supiera que la espada había sido robada. La casa imperial afirmó que fue la réplica la que había sido tomada, pero eso es tan probable como que la réplica fue fabricada después de los hechos para reemplazar a la espada irrecuperable. La espada fue robada otra vez en el siglo VI por un monje chino. Aunque se divulgó en su momento que su barco se hundió en el agua y que la espada llegó a tierra en Ise, donde fue recuperada por sacerdotes de Shinto. Así, la espada actual pudo ser hasta tres veces quitada de su lugar original.
Está escrito que el clan Inbe le dieron a la Emperatriz Jitō un espejo y una espada que llevaron al santuario Ise y que esos son dos de las tres insignias imperiales. De cualquier manera, la mayor debilidad de esta teoría es que como la encarnación de kami, ni siquiera el Emperador podría haberse llevado la espada sin una ceremonia formal, y no hay constancia en el santuario Atsuta de que dichas ceremonias fueran celebradas. Además, la espada que la Emperatriz Jitō recibió es realmente Sugari no Ontachi (須賀利御太刀) que es hecha en cada ascensión del emperador, y el espejo Yata es un objeto diferente por la misma razón.
en la imagen : okami vs orochi de weshoyot
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